Los resultados de una reciente encuesta demuestran que la grieta sigue vigente y el nuevo gobierno por ahora solo seduce a sus propios electores, sin reducir la mirada crítica de los votantes opositores.

El estudio muestra que, con el cambio de gobierno, los argentinos mejoraron su estado anímico aunque la mayoría son conscientes de que deben esperar al segundo semestre o recién al 2021 para ver una superación económica.

Según la encuesta que llevó adelante la consultora D'Alessio IROL y Berensztein, en un mes mejoró la percepción de la situación económica, aunque se mantiene la esperanza de una mejor perspectiva a futuro.

Dentro de los analizados, se advirtió que los votantes del Frente de Todos revalidan su apoyo a Alberto Fernández , dado que demuestran satisfacción con las medidas tomadas hasta el momento. En la vereda de enfrente, en el arco opositor se mantiene la crítica y el pesimismo de cara al futuro.

El informe refleja un ranking de preocupaciones: inflación, incertidumbre económica e inseguridad lideran esa lista.

Una grieta que no cede
Al contestar la siguiente pregunta ("¿Cómo evalúa la gestión del gobierno nacional en su conjunto hasta este momento?"), los resultados demuestran que la grieta sigue latente: mientras que la evaluación del Gobierno entre los propios electores crece entre los principales opositores obtiene críticas más pronunciadas. "Se continúa fidelizando a los propios votantes más que captando nuevas adhesiones", concluye el estudio.

Según los encuestadores la grieta se manifiesta en la imagen de los dos binomios con mejor valoración: Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, por un lado y Alberto Fernández y Axel Kicillof por otro.

Dentro de los ministros que integran el gabinete, se observa un amplio respaldo al ministro de Salud, Ginés González García; al ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo y al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.