Un hombre de 73 años oriundo de Avellaneda murió por dengue mientras que una mujer de 50 años proveniente de La Matanza falleció por sarampión durante esta semana.

Según relata un medio nacional, por dichos de cercanos a los fallecidos, ambos presentaban una condición de salud muy endeble al momento del contagio. La mujer era trasplantada y había estado sometida a quimioterapia en el hospital universitario porteño Cemic, y por su parte, el hombre de 73 años llegó al Hospital Italiano en condiciones críticas.

La alerta por la situación sanitaria respecto a estas dos enfermedades alcanzó su pico. Respecto al dengue los casos registrados ascienden a 336. En relación al sarampión suman 118 casos.

En este contexto, el Ministerio de Salud, cartera conducida por Ginés González García, emitió dos comunicados -uno para cada afección- en los que da una serie de recomendaciones a la población, profesionales de la salud y pone en contexto respecto a la situación epidemiológica. Los textos de ambos comunicados:

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Actualmente, se encuentra en desarrollo la investigación epidemiológica para identificar los factores determinantes y el sitio probable de contagio.

En Argentina se registran zonas con circulación viral autóctona en cuatro provincias (Misiones, CABA, Jujuy y La Rioja). En la presente temporada, se notificaron 2.811 casos con sospecha de dengue u otros arbovirus, de los cuales 336 resultaron confirmados y probables.

El dengue es una enfermedad dinámica que puede evolucionar a formas graves. Dado que al principio de la enfermedad, no se puede saber si se curará en una semana o derivará en complicaciones (dengue grave), se debe estar alerta cuando finaliza la etapa febril y acudir en forma urgente al médico ante la aparición de dolor abdominal intenso y continuo; vómitos persistentes; sangrado de mucosas (encías, nariz, vagina) y mayor somnolencia o irritabilidad.

El mosquito Aedes aegypti, el principal vector de dengue, ha logrado una rápida expansión en virtud de las condiciones favorables para su desarrollo. Es un mosquito esencialmente doméstico y sus sitios de cría consisten en recipientes artificiales ubicados cerca de las viviendas o dentro de las mismas, siendo muy amplia la gama de posibles criaderos. Es necesaria la reducción de sus lugares de cría y no de los insecticidas aplicados. Para una mayor eficacia de las medidas de control, se requiere de la integración de las tareas domiciliarias de “descacharrado”

Recomendaciones a la población

  • Como el riesgo de transmisión de este virus depende de la presencia de los mosquitos Aedes, la principal medida preventiva es controlar a estos vectores. Cuanto menos mosquitos, menos riesgo de que se transmita el virus. Por eso, es importante adoptar los siguientes recaudos:
  • Eliminar recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos).
  • Dar vuelta objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores).
  • Cambiar diariamente el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días.
  • Usar en los floreros productos alternativos (geles o arena húmeda) en lugar de agua.
  • Mantener los patios y jardines desmalezados y destapar los desagües de lluvia de los techos.
  • Las principales manifestaciones clínicas del dengue (fiebre mayor a 38º C sin signos de infección respiratoria, acompañada de cefalea, dolor retro-ocular, dolor de músculos y articulaciones, intenso malestar general, erupciones rojizas en brazos y piernas, picazón, diarrea, náuseas, vómitos, sangrado de nariz y encías) es importante transmitir la necesidad de ir en forma inmediata a la consulta médica para recibir el tratamiento adecuado.
Sarampión

El jueves 13 de febrero del presente año se produjo el fallecimiento de una paciente de 50 años, inmunosuprimida con diagnóstico de encefalitis por virus de sarampión. La paciente, con domicilio en una de las áreas de la provincia actualmente en brote, se encontraba hospitalizada en un efector privado de la Ciudad de Buenos Aires desde los primeros días de enero.

Desde inicios de septiembre de 2019 (SE36), Argentina registra la mayor incidencia de casos confirmados de sarampión desde la eliminación de la circulación endémica del virus, alcanzada en 2000 y certificada en 2016 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los casos confirmados afectan a la provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

El rango de edad en los casos confirmados va de 2 meses a 61 años. Los menores de 1 año registran la tasa más alta de incidencia, seguido de niños de 1 a 4 años.

El sarampión es una enfermedad viral altamente transmisible de persona a persona. No existe tratamiento específico para la misma, sin embargo, se dispone de una vacuna segura, eficaz y está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación de Argentina a los 12 meses de vida y al ingreso escolar. Esta vacuna no debe ser aplicada en menores de 6 meses, embarazadas ni en personas inmunosuprimidas por lo que resultan la población de mayor vulnerabilidad, y es por esto que se debe garantizar coberturas de vacunación óptimas en el resto de la población para mayor protección.

El virus del sarampión se transmite principalmente por medio de gotitas expulsadas del aparato respiratorio o suspendido en el aire que entran en contacto con las mucosas de las vías respiratorias altas o la conjuntiva. El período de incubación es aproximadamente de 10 a 12 días desde la exposición hasta el inicio de la fiebre y otros síntomas inespecíficos, y hasta 14 días (raramente 21 días) desde la exposición hasta el inicio del exantema (brote en piel).

Puede causar complicaciones graves desde neumonía y encefalitis hasta una enfermedad infrecuente, de curso progresivo y desenlace fatal, denominada panencefalitis esclerosante subaguda.

Es letal hasta en 1-2 de cada 1000 niños que enferman.

Recomendaciones a la población

  • Toda la población debe verificar y completar su esquema de vacunación de acuerdo a su edad y consultar de forma inmediata ante la presencia de fiebre y erupción cutánea.
  • Siguen vigentes las siguientes indicaciones ampliadas de vacunación contra el sarampión para personas que residan o transiten en los municipios de las Regiones Sanitarias V,VI, VII y XII de la Provincia de Buenos Aires:
  • Niños de 6 a 11 meses de vida: deben recibir una dosis de vacuna doble viral o triple viral (“dosis cero”). Esta dosis no tenida en cuenta como esquema de vacunación de calendario.
  • Niños de 12 meses: una dosis correspondiente al calendario.
  • Niños de 13 meses a 4 años inclusive: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral.
  • Mayores de 5 años, adolescentes y adultos: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión (monovalente, doble o triple viral) aplicada después del año de vida o confirmar a través de un estudio de laboratorio la presencia de anticuerpos contra sarampión (serología IgG+ contra sarampión).
  • Quienes nacieron antes de 1965 son consideradas inmunes y no deben vacunarse.
  • Mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas no debe recibir vacunación con doble o triple viral.
  • Se desaconseja viajar hacia un área con transmisión del virus de sarampión a las embarazadas sin antecedentes comprobables de vacunación o sin anticuerpos contra el sarampión y los niños menores de 6 meses puesto que en ellos la vacuna triple viral está contraindicada y es el grupo etario de mayor vulnerabilidad.