Johnson, quien fue diagnosticado con coronavirus hace un mes y fue internado tras agravarse los síntomas en el Hospital Saint Thomas de Londres, regresó el domingo a la residencia oficial para hacerse cargo de la respuesta a la pandemia tras superar las 20.000 muertes en el Reino Unido y en medio de las presiones para levantar el confinamiento desde los distintos sectores.

Su rápido retorno se produce además en medio de las preocupaciones de sus ministros, quienes advirtieron que aún es demasiado pronto para comenzar a levantar la cuarentena.

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En su primer discurso desde Downing Street, la residencia del gobierno británico, el primer ministro sostuvo que hay indicios reales de que el país está "pasando por el pico".

Sin embargo, aseguró que es demasiado pronto para aflojar las restricciones porque podría producirse un segundo pico y “sería un desastre” y causaría un daño más grande a la economía.

Dijo que entiende la preocupación de los comerciantes y empresarios, pero por ahora no es el momento de aliviar las restricciones.

“Les pido que contengan su impaciencia porque creo que ahora estamos llegando al final de la primera fase de este conflicto”, expresó Johnson, tras advertir que el coronavirus sigue siendo el "mayor desafío" que ha enfrentado el país desde la Segunda Guerra Mundial.

Agregó que una vez que el Reino Unido pase las cinco pruebas para aliviar las restricciones, incluida una caída constante en la tasa de mortalidad y asegurarse de que el NHS, como se le llama al sistema de salud público, pueda hacerle frente a una mayor demanda en la atención, "entonces ese será el momento de pasar a la segunda fase" en la lucha contra el brote.

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El gobierno británico anunció el 16 de abril una extensión de tres semanas a la cuarentena por coronavirus que rige desde el 23 de marzo, por lo que se espera otra revisión de las medidas la próxima semana.

Ayer en la conferencia de prensa diaria en Downing Street, la ministra del Interior Priti Patel, mostró su preocupación porque la nación marcó otro "récord trágico" del brote y alertó que todavía el Reino Unido no está fuera de peligro por lo que la población debe mantenerse aún en sus hogares.

Cuando se impuso la cuarentena, el principal asesor científico del Patrick Vallance, aseguró que sería un "buen resultado" si el número de muertes en el Reino Unido pudiera mantenerse por debajo de 20.000, pero los expertos sugieren que esa cifra podría duplicarse.

Sin embargo, el director médico de Inglaterra del NHS, Stephen Powis, aseguró que las medidas de distanciamiento están teniendo efecto.

Con información de Télam