El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó como propios tres análisis con resultado negativo de coronavirus ante la máxima Corte del país, pidió a la población que deje de "hibernar" y salga de las cuarentenas que impusieron los gobernadores para evitar "morir de hambre dentro de las casas".
Mientras tanto, el Gobierno revisó sus proyecciones económicas y estimó que 2020 cerrará con una caída de 4,7% del producto bruto interno (PBI) y el dólar a 5,90 reales, un récord histórico que refleja una devaluación que en lo que va del año alcanza a 47,6%.
El mandatario volvió a dominar la escena política y la discusión judicial en el país mientras, gobernadores e intendentes debaten medidas a la espera del pico de la pandemia del coronavirus.
Leer también: Crece el descontento contra Bolsonaro en Brasil
Los exámenes, hechos en marzo con seudónimo pero con el número de documento del presidente, fueron divulgados por orden del juez del Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema) Ricardo Lewandowski.
La primera de las pruebas fue realizada el 12 de marzo luego de que Bolsonaro regresara de un viaje a Florida, Estados Unidos, en el cual se contagiaron 23 funcionarios de la comitiva brasileña y algunos estadounidenses que estuvieron en el grupo del mandatario Donald Trump.
Ese primer análisis fue hecho bajo el nombre de Airton Guedes en el laboratorio privado Sabin, que trabaja con el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia. El número fiscal y el documento son los del presidente.
Un segundo test fue realizado el 17 de marzo, en medio de especulaciones públicas sobre el estado de salud del mandatario. El seudónimo elegido fue Rafael Ausgusto Alves da Costa Ferraz.
Leer también: Jair Bolsonaro: “La libertad es más importante que la propia vida”
El tercer examen fue realizado en forma anónima, apenas con el número "05" en el instituto público Fiocruz, la Fundación Oswaldo Cruz, el principal centro de referencia epidemiológico.
El Presidente redobló hoy la apuesta pese a los más de 12.400 muertos en Brasil por coronavirus y pidió a la población que salga a la calle a trabajar "y dejar de hibernar" para evitar "morir de hambre dentro de las casas", mientras se atrasan las compensaciones en dinero a la población que trabaja informalmente y carece de ingresos en la pandemia.
"El que no quiera trabajar que se quede en casa, mierda; que se quede en casa y punto final", dijo Bolsonaro al hablar en la puerta del Palacio de la Alvorada ante militantes de un movimiento llamado Brasil 300 que acampa en Brasilia y fue definido como una milicia civil para defender al gobierno.