La comisión de Diputados encargada del seguimiento en las causas judiciales de la empresa Vicentin SA finalizó con su agenda de trabajo pautada en las ciudades de Reconquista y Avellaneda, donde mantuvo encuentros tanto con el juez en lo Civil y Comercial, Fabián Lorenzini, representantes de los gremios de aceiteros, carne y textil, los intendentes de ambas ciudades y con los principales directivos de la empresa.
El día miércoles, el juez que entiende en el concurso preventivo, Fabián Lorenzini, dio detalles de la causa, plazos y expectativas. El magistrado garantizó la transparencia de todo el proceso y puso a disposición de la Comisión los expediente de la investigación.
Ayer, los diputados mantuvieron una reunión con los principales funcionarios de la firma, quienes informaron que, a la fecha, la deuda financiera es de 1.050 millones de dólares y la comercial es de 400 millones. Los empresarios afirmaron que el principal problema que atraviesa la compañía es la falta de confianza de los productores como consecuencia de la apertura del concurso de acreedores.
Entre los considerandos que argumentó Vicentin ante el estado actual de crisis, se señaló una serie de malas inversiones de crecimiento, como así también, problemas de créditos con la banca privada, como así también, cambios en los montos arancelarios del aceite.
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En el encuentro con la Comsión, se habló de la posible venta total de la planta Renova al Glencore que podría significar un ingreso de 300 millones de dólares. Sin embargo, los diputados insistieron que el objetivo es ayudar a evitar pérdidas de las fuentes de trabajo, que no se produzca la extranjerización de la firma, como también encontrar alternativas para saldar la deuda con el Banco Nación.
“Nosotros hablamos del sostenimiento de los puestos de trabajo, no venimos a ninguna caza de brujas porque no queremos llevar adelante ninguna persecución, pero queremos saber adonde fueron derivados los dineros públicos que se le otorgo a través de la dirección del Banco de la Nación Argentina a una empresa que a partir de una época determinada del año pasado, cambió notablemente de actitud. Necesitamos sostener los puestos de trabajo y que la empresa siga”, manifestó Rubeo.
El diputado señaló, por otra parte, que si Vicentin no encuentra un socio que invierta 300 millones de dólares, será difícil salga adelante. Pese a ello, la intención es que la compañía no continúe desprendiéndose de sus capitales como hizo con la planta de Timbues, de la cual ya cedió el 66 por ciento al grupo suizo Glencore.
Los directivos de Vicentin informaron a los diputados que hoy la única actividad afectada, parcialmente, por el concurso es la aceitera, mientras que las demás se mantienen con normalidad. Por otro lado, aseguraron que todo el personal cobra su sueldo de manera regular, en tanto no existen deudas impositivas ni de seguridad social. Los más de 5 mil trabajadores se distribuyen entre 2.215 de la industria aceitera; 920 de la algodonera; 376 de la vitivinícola y 2.057 de la frigorífica.