La dirigencia está abocada a temas contractuales de los jugadores, por lo que por ahora no volvieron a charlar con el entrenador para avanzar en la renovación, algo que estaba casi cerrado antes del parate.
Según informó Diario Castellanos, en Atlético es momento de cambios, y más allá que la Asamblea Ordinaria donde iba a asumir Silvio Fontanini debió ser pospuesta debido al Aislamiento Preventivo, Social y Obligatorio, la dirigencia trabaja en distintos frentes para encarar lo que queda del 2020. Después del acuerdo con los empleados del club, a partir de la semana pasada es el momento del fútbol profesional, donde la subcomisión encabezada por Ricardo Castro intentan por estos días terminar de darle forma el ofrecimiento que le harán a los jugadores, ya que no habrá actividad durante mayo y junio y hay 16 contratos que se terminan el 30 de junio.
Mientras tanto, hay otro item que también los ocupará en los próximos días, y es la situación de Walter Otta y su cuerpo técnico, el cual está conformado por Felix Benito y el profe Guido Páez, recordando que se anexaron Gonzalo Del Bono como ayudante de campo y Gabriel Dottori como entrenador de arqueros, ambos empleados del club.
Tanto los dirigentes como Otta reconocen que hay intenciones de renovar, e incluso en algún momento las charlas estaban tan avanzadas que algunos se animaban a decir que había un acuerdo de palabra. Pero, el 1-5 con Gimnasia de Mendoza del sábado 7 de marzo despejó cualquier chance de algún anuncio oficial y dejar atrás esa pésima imagen pasó a ser lo primordial. La victoria 3 a 2 frente a All Boys en el último encuentro antes del parate dejó otro sabor de boca, especialmente por la respuesta de los jugadores al entrenador, lo que sin dudas fue un espaldarazo importante, más allá del convencimiento dirigencial. Ahora, la cuestión está en un impasse y las buenas intenciones se mantienen, pero hasta que no se vuelvan a ver las caras, no habrá ninguna certeza.
El club entró en un proceso de reacomodamiento económico después de sufrir desde fines del año pasado ante la imposibilidad de transferir un jugador, recordando que la última venta fue a mediados del 2017 con Gabriel Gudiño a San Lorenzo. El préstamo de Matías Godoy al Dinamo Zagreb de Croacia ayudó a acomodar los números en los primeros meses, pero es innecesario para mantener la estructura actual, por lo que el objetivo para la próxima temporada es «jugar el torneo económico», tal como declaró Castro a CASTELLANOS. Ante esto, ya no llegarán refuerzos en cantidad y habrá mucho lugar para los jugadores del club: los que estuvieron en el último torneo y los que vuelven de préstamos, como por ejemplo Marco Borgnino y Ramiro Macagno, ambos con experiencia durante la última temporada de Atlético en Primera.
Otta está cómodo en Rafaela y siempre dijo que su idea era mantenerse como mínimo por dos torneos para poder desarrollar su trabajo de la manera deseada. Ahora, habrá que ver si el ex Villa Dálmine acepta el nuevo proyecto, donde las ambiciones seguirán siendo las mismas, pero con otros intérpretes y sin la posibilidad de sumar refuerzos de renombre.
Mientras se espera por las nuevas reuniones, la última impresión es que la unión puede mantenerse, pero en este fútbol argentino tan imprevisible, nadie lo puede asegurar.