En el año 2011, el Club Atlético Unión de Santa Fe volvía a Primera División después de haber pasado ocho años en la Primera B Nacional. De esta manera, en la temporada siguiente tenía como meta principal mantener su estancia en la máxima categoría del fútbol argentino.
Para el año 2012, el plantel Tatengue estaba efectuando un buen trabajo y conservaba cierta distancia con los equipos que se hallaban últimos en los promedios. En la fecha décimo quinta, debía enfrentarse a San Lorenzo de Almagro, en un encuentro trascendental por la permanencia, puesto que el conjunto dirigido en aquel entonces por Ricardo Caruso Lombardi se encontraba en zona de promoción.
El cotejo se disputaba en el estadio 15 de abril, el día 19 de mayo de 2012, hace exactamente ocho años. A lo largo del desarrollo del encuentro, se observaba un trámite complejo, reñido y cerrado, sin muchas llegadas al arco rival, como ocurre habitualmente cuando se lucha por no descender.
Sin embargo, los dirigidos por Frank Darío Kudelka no se conformaban con el empate y buscaban un triunfo. Poco a poco, Unión iba arrinconando al Cuervo, hasta que en el minuto 42, Diego Barisone salía de la cueva y tomaba la lanza acercándose a la portería contraria y, tras un centro preciso de Mauro Maidana, el defensor impactaba un estupendo remate de cabeza de pique al suelo, imposible para el arquero visitante, y convertía el 1-0 que le daba una victoria agónica sobre el final.
Con ese resultado, el Tatengue prácticamente aseguraba la permanencia en la Primera División del fútbol argentino y era gracias al joven defensor de apenas 22 años.
Unos años más tarde, cuando Bari ya vestía la camiseta granate de Lanús, ocurría un suceso funesto y triste. El 15 de julio de 2015, regresaba a la Capital Federal por la autopista Santa Fe-Rosario e impactaba su automóvil Volkswagen Scirocco contra la parte trasera de un camión. Lamentablemente, fallecía en el instante.
Fue uno de los hechos más tristes para el fútbol santafesino. No obstante, el público de la ciudad y, particularmente, los fanáticos tatengues siempre lo recordarán por la gran persona y compañero que fue, como así también, por ese tanto en el estadio 15 de abril el día 19 de mayo de 2012, que, en aquel entonces, ayudaba al equipo a quedarse en Primera y que ahora se grita desde la eternidad.