Dos de los países más castigados por la pandemia del coronavirus, España e Italia, intentarán este lunes desandar los esquemas de confinamiento que, aunque tarde, les dieron la posibilidad de torcer la curva de contagios y muertes que hace más o menos un mes dejaba balances diarios de miles de fallecidos.
La Comunidad de Madrid y la ciudad de Barcelona, principales focos del brote, avanzarán a la "fase uno" del plan de desconfinamiento puesto en marcha en todo el país, tras permanecer rezagadas durante dos semanas.
Las nuevas medidas se toman con una evolución "muy favorable" de las cifras de muertes y contagios, aunque el último reporte admitió 70 fallecidos en un día frente a 48 del domingo y el viernes, para un total de 28.740 desde el inicio de la pandemia.
Como ya lo hacen la mayoría de los españoles, las habitantes de Madrid y Barcelona podrán salir desde este lunes a disfrutar de los espacios exteriores de bares y restaurantes, que deberán ocupar solo un 50% de su capacidad, así como reunirse con familiares y amigos, hasta un máximo de 10 personas.
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También se permitirá la apertura de establecimientos hoteleros y museos, con un límite del 30% de su capacidad, y realizar deporte de forma grupal o ir de excursión.
Italia, en tanto, se prepara para la apertura de gimnasios y piletas públicas. Este domingo ya se pudo ver las playas llenas, en el primer día de la habilitación para ir al mar.
Italia informó 531 nuevos casos de coronavirus, y con 13 de las 21 provincias y regiones autónomas con 10 o menos nuevos positivos. El país llegó a las 32.785 muertes desde iniciada la pandemia.
Varias playas de todo el país amanecieron con su nueva capacidad colmada, en un marco en el que el gobierno habilitó las idas al mar pero con distancias mínimas de un metro en la arena y medidas de higiene y desinfección para los paradores.