Según una disposición del Banco Central, los bancos no podrán otorgar créditos con tasa subsidiada del 24 por ciento a los establecimientos y productores pymes que tengan granos en su poder. “Las entidades financieras no podrán otorgar las financiaciones a personas –humanas o jurídicas– con actividad agrícola que mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5 por ciento de su capacidad de cosecha anual”, aclara la Comunicación “A” 7018 de la entidad.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas rechazaron los términos de la Comunicación por tratarse de una medida “arbitraria y discriminatoria”.
En una gacetilla comunicada, expresaron que la cosecha actual está lejos de concluirse, con lo cual es “prematuro” hablar hoy de “stockeo” de mercadería. “En virtud de esta resolución, un productor que posea soja o trigo con destino uso como alimento para ganado o para pago de insumos para la próxima campaña o para cumplir con el compromiso de arrendamientos dejaría de ser sujeto de crédito perdiendo en consecuencia capacidad de inversión en insumos imprescindibles para la producción”.
Por otro lado, el análisis de la comercialización de la cosecha 2019/2020 muestra que el ritmo de ventas es superior al del año pasado, “por lo que no existe ninguna evidencia o indicio de que los productores estén reteniendo la producción ni mucho menos especulando con la evolución del tipo de cambio”.
Al mismo tiempo, los ruralistas manifestaron que “cualquier acusación en este sentido carece de fundamento, es injusta, malintencionada y ofensiva para los productores de todo el país que trabajan a destajo, arriesgado su salud y la de sus familias, para mantener abastecidos los mercados con alimentos para todos los argentinos.”
Según el sentir de los productores, en lugar de idear medidas que castigan a los productores, “sería mucho más conducente procurar mecanismos constructivos para incentivar o acelerar el ritmo de inversión productiva y de generación de divisas, partiendo de la premisa que la cosecha es del productor y no del Estado Sería conveniente que el Estado apuntara a generar la confianza y la previsibilidad necesarias para apuntalar la inversión, la incorporación de tecnología y el aumento de la producción”.
Una vez más enfatizaron que el campo ha puesto de manifiesto en el marco de la pandemia que ha abastecido suficientemente los requerimientos de alimentos que la sociedad demanda, además de ser la principal fuente de ingresos de divisas al país. “Es tiempo entonces de mirar a los subsidiados de siempre, que viven reclamando una economía cerrada y prebendaria. También es tiempo de evaluar el motivo por el cual los inversores no confían en la moneda nacional y trata de cubrir sus bienes y ahorros ante la incertidumbre económica y política que nos rodea”.