De acuerdo con un informe de la Fundación para el Desarrollo de la Energía Eléctrica, en el mes de abril se verificó el nivel más bajo en la demanda eléctrica en los últimos 20 años en la Argentina. En tanto, en la provincia de Santa Fe, el consumo disminuyó un 21 por ciento. Este retroceso se debió, fundamentalmente, a la coyuntura de la cuarentena, consecuencia de la gran inactividad industrial y comercial.
El informe reseñó que, en abril, la demanda neta total del mercado de electricidad fue de 8.469,8 GWh mientras que, en el mismo mes de 2019, había sido de 9.574,2 GWh. Según los datos de Cammesa, se puede discriminar que, del consumo total de este mes, el 43 por ciento perteneció a la demanda residencial mientras que el sector comercial representó un 30 por ciento y el industrial un 27 por ciento.
En Santa Fe, el consumo de energía distribuida por la EPE bajó un poco más de 20 puntos, lo que implicó que la deuda de la empresa provincial con Cammesa, compañía mayorista de distribución energética, se duplicara. Al 12 de diciembre ella era de 4.650 millones de pesos, mientras que en estos momentos la cifra asciende a 10 mil millones.
En efecto, la caída en el consumo redundó en la recaudación. A la fecha, la EPE se encuentra todavía en un 25 por ciento debajo de lo estimado para esta época del año, si no se hubiese desatado la pandemia del coronavirus.
La disminución del consumo impactó principalmente en el sector productivo, industrias, comercios y clubes, entre otros, quienes prácticamente cerraron sus puertas desde el inicio de la cuarentena.
Hasta abril de este año, la deuda del total de las distribuidoras del país con Cammesa superaba los 77 mil millones de pesos. La EPE configura el tercer deudor más importante y representa el 12 por ciento de la deuda total nacional.