La tranquilidad en Estados Unidos parece no llegar. Mientras se buscaba un sentido a la normalidad en medio de la pandemia por coronavirus, un nuevo suceso sacudió a toda la población: el afroamericano George Floyd fue asesinado por la policía en Minnesota, lo que desató una ola de protestas en contra de la violencia racista a lo largo de todo el país.
Sergio Rinaldi, periodista santafesino radicado en New York, contó que "la preocupación y la complicación es no solo para Trump sino también para toda la población americana". Según el entrevistado, era previsible que las manifestaciones llegaran hasta las grandes ciudades del país por la diversidad de razas y por el gran número de afroamericanos que allí viven.
En rigor, las muestras de apoyo tras el asesinato se replicaron por todo el mundo, tanto en manifestaciones como a través de las redes sociales: "Todos ven la paja en el ojo ajeno pero nadie en el propio. En Argentina el racismo está y existe. Es un tema que muy pocos abordan. Esto tomó estado público y trascendió la frontera porque es una constante lucha de la comunidad afro de años de postergación.
Hay un dato que no puede pasarse por alto, en todas las manifestaciones la mayoría de asistentes son jóvenes, de 30 años o menos, "lo que puede marcar el nacimiento de un nuevo movimiento que está tratando de quebrar lo que está arraigado hace tantos años", sostuvo Rinaldi a CADENA OH!.
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En las diversas marchas, el denominador común fue el pedido de acusación para el agente de policía que asesinó a Floyd. Además, muchos solicitaron que se impute a los otros tres agentes de policía, los cuales fueron dados de baja, como también el cambio en las tácticas de arrestos: "Los oficiales aprenden la táctica de neutralizar a su contrincante poniéndole la rodilla en el cuello donde saben que le cortan la circulación sanguinea, en 8 minutos 49 segundos, la persona perdió la vida", narró el periodista.
Si bien la familia de Floyd solicitó el pedido de cese de las marchas, la amenaza de Trump de enviar a la guardia nacional a las calles está latente, "nadie piensa en desistir y mucho menos por el coronavirus", reveló Rinalidi.
Según el santafesino, en todas las marchas pudo observarse un alto grado de irresponsabilidad de los asistentes, quienes acudieron sin protección y sin guardar el distanciamiento: "Además, al vociferar consignas terminan por disceminar partículas de saliva, mientras que muchos fueron víctimas de gases lacrimógenenos que producen lágrimas y eso es un foco infeccioso muy potente" finalizó.
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