“Ya no sé cómo hacer, tengo la suerte que el dueño del local y mis empleados entienden la situación, pero esto no da para más. Si no abro en los próximos días, no sé cómo voy a hacer“, destaca el propietario de una parrilla ubicada a la vera de la ruta 8.
“Esto para nosotros es mortal, la cadena de pagos se cortó y no sé cómo voy a hacer. Pero además, por más que podamos abrir pronto, la gente por miedo no va a venir igual. Somos los últimos que nos vamos a reactivar“, manifestó casi de manera apocalíptica el dueño de un reconocido restaurante local.
Relatos similares se repiten entre la decena de entrevistas realizadas por Venado 24 a distintos empresarios gastronómicos de la ciudad. La angustia, la desazón, la depresión y hasta la bronca, es el sentimiento que predomina mientras esperan que en los próximos días desde la gobernación de Santa Fe le den el visto bueno al protocolo elevado por el Municipio local para permitir la reapertura de los locales. La novedad de las últimas horas es que el gobierno provincial elevó el protocolo a la Nación para que autorice el funcionamiento de los gastronómicos con una ocupación de hasta el 50 por ciento de ocupación.
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Mientras tanto como nunca antes, la crisis despertó la solidaridad entre pares y los gastronómicos venadenses ya se reunieron varias veces y hasta tienen un grupo de Whatsapp para estar en contacto permanente y contarse las novedades. De hecho, ellos mismos armaron un detallado protocolo que elevaron al Ejecutivo local con todas los procedimientos de seguridad e higiene a implementar en caso de reabrir.
El protocolo
Dicho protocolo de bioseguridad contempla prolijamente distintas medidas divididas en siete capítulos con los siguientes títulos: zona de control, zona de prestación del servicio, recomendaciones para consumidores, zona de manipulación de alimentos, zona de baños, pautas para el servicio de delivery y medidas generales para los trabajadores.
Entre ellas se destaca la promesa de utilizar solo el 50% de la capacidad total habilitada, dejando una distancia entre mesa y mesa de dos metros y estrictas medidas de limpieza e higiene.
De todos modos, si bien el Municipio local recibió con agrado el procedimiento presentado por los empresarios gastronómicos, decidieron cambiar algunos ítems y el que elevaron a la Provincia incorpora más restricciones, entre ellas disminuir la capacidad de mesas a utilizar a un 30 por ciento. Aunque el secretario de Producción de la Municipalidad, Mauro Nervi, aclaró que la idea es que “si todo va bien, pasar a un 50 por ciento”.