Desde este lunes los bares y locales gastronómicos reabrirán sus puertas en los dos grandes conglomerados de la provincia. Si bien los protocolos a seguir contemplan algunas diferencias, la esencia en ambas localidades es la misma.
Los locales funcionarán con limitación de capacidad de hasta un máximo de 50 por ciento y no se podrá compartir comidas, como picadas. Sólo se servirán platos individuales.
En todos los casos, deberán adaptarse a la modalidad de reserva previa, garantizando el debido distanciamiento social entre los asistentes, los que tendrán que concurrir por sus propios medios, pudiendo ocuparse simultáneamente y de manera inicial hasta un máximo del 30 por ciento de la capacidad de los locales; la ampliación de la ocupación del local podrá establecerse hasta un máximo del 50 por ciento.
El horario de atención tanto en Santa Fe como en Rosario será de 7 a 23. Además, se deberán arbitrar medidas para "desinfectar el calzado de los asistentes; y la limpieza y desinfección de las superficies y objetos de uso frecuente, antes de la apertura, periódicamente durante el horario en el que las instalaciones permanezcan abiertas y al cierre".
También se establece el "uso obligatorio de manera correcta por parte del personal del establecimiento de los elementos de protección que cubran nariz, boca y mentón" y que el establecimiento habilitado deberá llevar un registro diario de los asistentes en los distintos horarios.
Los bares y restaurantes tendrán una alteración física con separadores, distancia entre mesas y un protocolo especial por cada negocio. A esa modalidad se sumará lo ya habilitado: las modalidades de delivery o take away.
Escuchar también la nota completa: