La Unión de Tranviarios Automotor seccional Rosario se declaró en estado de alerta y asamblea permanente debido al incumplimiento de las empresas en el pago de los haberes correspondientes al mes de mayo.
La decisión abarca a unos 2.700 trabajadores del transporte urbano e interurbano del departamento Rosario, que ven con preocupación la imposibilidad de hacer frente al sustento de sus familias.
“El clima se está caldeando al ver que se está llegando a la misma situación que el mes pasado”, resumió el secretario adjunto del gremio, Sergio Copello.
El 3 de junio pasado, la UTA le puso fin a un paro que duró más de tres semanas y dejó a la ciudad de Rosario sin colectivos en sus calles. Un reclamo que logró el cobro de la totalidad de abril pero a mes vencido del cronograma.
Por entonces, las autoridades desaconsejaron el uso de las unidades, de modo que la crisis del transporte pasó a un segundo plano en la agenda de los funcionarios.
Una vez más, “la cosa pinta mal” y no se descarta que el gremio vuelva a retomar sus medidas de fuerza que sumieron a Rosario en un paro histórico.