Son varios los estudios que suman evidencia de que los videojuegos no provocan comportamientos en menores, más allá de que se piense lo contrario. Ahora, un nuevo trabajo que se realizó durante diez años insiste en que esa relación no tiene fundamento.
El estudio, citado por el portal Vandal, analizó a 500 niños de entre 13 y 14 años que jugaban a Grand Theft Auto durante una década, al tiempo que los comparaba con otros que no lo hacían o dejaban de hacerlo.
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Los resultados finales explican que quienes jugaban muchas horas no desarrollaron tendencias violentas, aunque los responsables del estudio sí concluyeron que el juego de estos sujetos puede estar relacionado con un método de escape a problemas de salud mental.
En síntesis, mientras que los videojuegos no generan conductas violencias, sí se plantean como vías de escape a la depresión, aunque reconocen que sería necesario un estudio específico para averiguar qué tipo de relación pueden tener esta forma de entretenimiento con los problemas de salud mental.
En definitiva, lo que este estudio concluye es que acceder a videojuegos violentos, en una etapa temprana del desarrollo, no tiene relación con las conductas violentas en la edad adulta.
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En total, de esos 500 niños y adolescentes se halló tres grupos de comportamiento, siendo el más agresivo quienes continuaron jugando a videojuegos en la adolescencia, mientras que quienes lo dejaron o quienes disminuyeron el juego para retomarlo en la vida adulta son los menos agresivos.
Fuente: Ambito