El duelo en el adolescente, al igual que ocurre en los adultos, tiene una intensidad mayor o menor dependiendo del grado de intimidad y vinculación con la persona fallecida, el tipo de relación que existía entre ambos y las circunstancias de la muerte. En este caso, el actor estadounidense Cameron Boyce, conocido por sus papeles en películas de Disney como 'Los Descendientes' y en el programa de televisión 'Jessie' era un personaje muy querido, con cientos de miles de seguidores en redes sociales.

El rol de "ídolo" juega un gran papel en el proceso de la construcción de la personalidad adolescente, ya que ellos se convierten en modelos de los que se toman características que se admiran. En consecuencia, la conmoción que causó su muerte, afectó a los jóvenes seguidores que expresaron su dolor a través de numerosos comentarios en las redes sociales.

Un duelo inesperado

"El adolescente siente que puede con todo, muchas veces no tiene conciencia del peligro y menos aún de la muerte, es por eso que produce un impacto mayor para ellos y más cuando quien fallece es alguien de la misma edad", cuenta a ConBienestar la licenciada en psicología Mariana Garibaldi (MN 53.223). Es frecuente que no quieran compartir con las personas adultas las emociones derivadas de la pérdida, por considerar que no necesitan de los demás, o por no querer mostrarse vulnerables ante ellos. "Los adultos tienen que, junto al joven, poner en palabras el hecho, no silenciarlo", sugiere la licenciada en la psicología Eliana Alvarez (MN: 68.245) en diálogo con ConBienestar. "También es clave darle espacio y tiempo al adolescente para que pueda reconstruir lo sucedido. Escucharlo y responderle todas sus dudas", agrega la especialista.

Hablar de la muerte, ponerle nombre a los sentimientos, lo hace más manejable, menos secreto y, por tanto, menos temible y peligroso. Un adolescente que pregunta por qué alguien tiene que morir probablemente no está buscando respuestas literales, sino empezando a explorar la idea del sentido de la vida.

"Debemos permitirnos y permitirles a los adolescentes estar tristes. En los tiempos actuales se confunde tristeza con depresión. La tristeza no tiene likes, nadie se muestra triste en el Instagram, pero no debemos olvidar que es una emoción que el ser humano tiene que sentir", afirma Garibaldi. Por su parte, la licenciada Alvarez resalta que es importante acompañar y contener. Sobre todo en el caso de los adolescentes que están atravesado en paralelo otro duelo: el de su cuerpo infantil.