A veces es cuestión de tiempo. A veces, simplemente, hay que saber esperar. Hoy, después de 38 años, el sueño se cumplió. Elma Peloso perdió a su hijo en la guerra de Malvinas, ese conflicto innecesario que enfrentó a la Argentina con Gran Bretaña en 1982.

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Luego de casi cuatro décadas, y gracias a la solidaridad de la Fundación No me olvides, Elma, quien se halla en silla de ruedas producto de una enfermedad, pudo viajar hasta el cementerio Darwin y despedir a su hijo, el soldado Gabino Ruiz Díaz.

Elma en el cementerio Darwin
Elma en el cementerio Darwin

En este sentido, y dadas las dificultades del traslado y su alto costo, la Fundación lanzó una campaña con el objetivo de reunir fondos y, de esta manera, hacer posible el anhelo de Elma.

"Esto es un orgullo, tengo una satisfacción enorme y el objetivo está cumplido", manifestó José Luis Vega, excombatiente de Malvinas, en diálogo con Cadena Oh!.

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Además, Vega recordó que Elma ya había estado en el archipiélago en 2007, pero "la tumba de Gabino aún no estaba identificada". Sin embargo, aseguró que "ni bien ésta fue reconocida, se pusieron en contacto con ella (Elma) y empezaron a trabajar con la Fundación No me olvides para poder cumplir el sueño".

 

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