Las celebraciones de Semana Santa debieron adaptarse a la emergencia sanitaria. Para las misas de este domingo, en la Basílica de Guadalupe habrá bancos y parlantes al aire libre. Esto corresponde a los protocolos sanitarios, ya que cada banco (inclusive los del interior) funcionará como burbuja.
Estas fechas especiales para el catolicismo, tuvieron otras particularidades. El jueves santo se llevó adelante el lavatorio de los pies pero no se usó agua, sino que utilizaron alcohol; además de la distancia correspondiente con cada una de las 12 personas a quienes se les lavó los pies. También se los secó con una toalla distinta que fue regalada a cada una.
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El viernes se efectuó el “Vía Matris”, que es pensar en los dolores de la Virgen María. Las siete estaciones, se hicieron por la calle pidiéndole a la gente que guarde el distanciamiento.
"Así como existe la solidaridad también existe la realidad de quienes se fueron de vacaciones sin interesarle nada. El imperio romano seguía con sus proyectos, con sus políticas, las autoridades religiosas de ese momento se lo sacaron de encima a Jesús y siguieron con sus ritos. Pero hubo un pequeño grupito que descubrió una luz nueva, que fue la luz de la resurrección, la luz del amor de Jesús y eso transformó su vida, al punto que los discípulos de Jesús que lo negaron o huyeron porque no creían, fueron capaces de dar la vida por él", reflexionó el padre Olidio Panigo.