En su último partido cómo jugador del Manchester City, Sergio "Kun" Agüero debió despedirse con una medalla plateada colgada en su cuello. El Chelsea se impuso en la final de la Champions League y le arrebató el trofeo al equipo ciudadano.
El equipo de Thomas Tuchel ganó 1-0 con gol de Kai Havertz, y así alzaron la Orejona a nueve años de su última conquista en este prestigioso certamen.
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En el banco de Chelsea estuvo el arquero argentino Wilfredo Caballero, como en otras 12 ocasiones en la temporada de la Champions.
Por su lado, Agüero ingresó a 15 minutos del final, casi sin opciones y con su equipo desarmado y desesperado por la igualdad. Así se despidió de su club luego de una década, en la que levantó cinco ligas Premier, una Copa FA, tres Community Shield y seis Copa de la Liga inglesa e hizo 260 goles (39 por Champions).
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Chelsea, directo y versátil en ataque, achicó los espacios en los minutos iniciales, se movió en bloque y le tapó todas las salidas a Manchester City.
Arriba Mason Mount, Timo Werner y Kai Havertz lastimaron en cantidad y calidad a la defensa del City, que apostó por la marca individual y con bastante distancia entre cada hombre, y en 15 minutos le generó tres situaciones claras que se toparon con el arquero Ederson.