Colón está pronto a retirarse del mercado de pases. Ya tiene cuatro caras nuevas, el colombiano Wilson Morelo está al caer y en las últimas horas se habrían aceleraron gestiones por un volante por afuera. De esta manera, serían seis las incorporaciones.

Apenas terminado el segundo semestre de 2018, el presidente José Vignatti había dicho que serían por lo menos cinco los jugadores que arribarían, pero con la confirmación de Julio Comesaña como entrenador ese número cambió y serán finalmente más. El dinero fresco que ingresó por la transferencia de Javier Correa a Santos Laguna de México (2.000.000 de dólares) fue un arma fundamental para cumplir los deseos del DT.

No fue una tarea sencilla, ya que las pretensiones siempre fueron mayores a las posibilidades y por eso hubo que agudizar el ingenio para cristalizar algunas de las operaciones. En tiempos de economía de guerra en Argentina, es todo un dato. Ahora será cuestión de comenzar a darle forma a este Colón modelo 2019.

Pero volviendo a lo anunciado al comienzo, el sexto pasajero sería el carrilero tucumano Gabriel Esparza, de 25 años (30 de enero de 1993). Es jugador de San Lorenzo y viene de militar con buen tino en Guaraní de Paraguay (36 partidos y seis goles). No está en los planes de Jorge Almirón y por eso su representación se movió rápido y logró un gran acercamiento con Colón.

Un valor que reúne las característica que pretende Comesaña y, sobre todo, continuidad. A excepción de Guillermo Celis –a quién conoce bien por su paso en Junior de Barranquilla– el resto de los refuerzos terminaron jugando. Un aliciente pensando en la impronta del Sabalero.

El arreglo sería inminente y, si todo sale bien, Esparza estaría en las próximas horas en Santa Fe para pasar la revisión médica y firmar su respectivo contrato a préstamo. De esta manera, solo un nombre importante haría que la dirigencia se mueva en procura de una nueva tratativa.