Fueron analizadas por un grupo de especialistas de la UNL y el Conicet. Recomendaciones para los vecinos que frecuentan la Plaza Colón.

Veterinarios de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet relevaron los ejemplares en la plaza Colón. Y detectaron, efectivamente, piojos, parásitos e incluso viruela aviar.

Así lo confirmó uno de los miembros del equipo investigador, Darío Manzoli, quien no obstante aclaró que los piojos de las palomas no son iguales a los de los humanos, y que junto a los parásitos "son comunes en los casos donde existe alta densidad de animales". Además, indicó que no hay riesgo de contagio de la viruela a las personas. 

Por todo ello, aseveró que es suficiente lavarse las manos luego de estar con las palomas, y lo recomendó especialmente en los niños de siete años o menos, cuyas defensas aún no están del todo desarrolladas. También sugirió evitar el contacto con la materia fecal de esas aves.

Finalmente, Manzoli admitió que "la paloma es un problema a considerar en todo el mundo" e indicó que la única solución ante el crecimiento de la población de esta especie es controlarlo mediante estrategias que eviten el nacimiento de nuevos pichones.