Días atrás, el tribunal conformado por los jueces Cristina Fortunato, Juan Gabriel Peralta y José Luis Estévez condenó a los 10 hombres acusados de haber cometido un abuso sexual grupal contra una adolescente de 16 años en mayo de 2018, en Pilar.
Michael Nicolás Bracamonte, Gaspar Amilcar Gilli, Patricio Suárez, Ayrton Sergio Suviani, Lucas Sebastián Lencina, Santiago Miguel Adrian, Adrián Marcelo Arietti, Maximiliano Javier Zoller y Joaquín Ezequiel Vera fueron condenados como coautores de “abuso sexual con acceso carnal calificado por la participación de 2 o más personas”. Les impusieron 14 años de prisión, excepto a Vera, cuya pena fue de 8 años.
En cuanto a Jair Damian Goró, a quien le habían endilgado tanto la violación en grupo y otro hecho de “abuso sexual simple”, fue codenado a 16 años de prisión por ambos delitos.
Este fin de semana, se realizó una marcha para reclamar justicia por los acusados, en la que se afirmó que los chicos son inocentes y se trata de una denuncia falsa.
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"Mi hijo es uno de los condenados, lo estamos pasando mal, nos cayó como un balde de agua fría la sentencia. No nos esperábamos esto, con las pruebas que presentó la fiscalía que nos salga una condena de esta magnitud no lo esperábamos, esperábamos su libertad, ellos son inocentes", comentó Silvana, la mamá de uno de los condenados.
"Hoy tienen 24 o 25 años, en el 2018 tenían 19 años aproximadamente. Mi hijo no cometió esa aberración, es totalmente falso lo que dicen, lo que dice la víctima, lo que dice fiscalía, tenemos testigos presenciales. Había un menor en ese momento, pero no aceptaron la declaración de ese menor. Ellos quieren tapar el sol con un dedo, la verdad está a la vista de cualquiera. Nuestra lucha es esta, para que se sepa la verdad. Ellas se fueron de Pilar, dicen que en el pueblo las hostigaban, pero nada que ver. Antes que salte todo esto, ya se habían ido, hasta en eso mienten".
Según la entrevistada, "Nuestros chicos siempre dijeron lo que pasó y nadie ocultó nada, nadie negó nada. Tanto la víctima como fiscalía dieron vuelta las cosas, tienen un poder. Esa noche fue una noche normal para ellos, se juntaron a jugar a la play, tomaron algo... Vinieron las chicas, como siempre, estamos en un pueblo, nos conocemos. Compartieron esa noche y ella empezó con ese juego de seducción, pasaron cosas, pero nada sin su consentimiento. Todo fue consentido", afirmó.
"La chica nos vio en las audiencias, vio el sufrimiento de todas las madres y no dijo la verdad. Los chicos están repartidos en distintas ciudades, mi hijo está en Rafaela", dijo por último.