Carlos Clemente plantea que "ya no se gobierna con discursos" y que "las palabras que no van seguidas de sus hechos, no sirven para nada".
“ De Amado Boudou a Fernández, Alberto “ .. “ De Jaime, Lopez a Lázaro Báez “, y en el medio los argentinos. El retroceso histórico está presente.
Hoy los movimientos de la política y su pérdida de sentido, aunque no nos divierta, podíamos vivir parafraseando a Kundera, en lo que podríamos llamar "la insoportable levedad de la política".
Mirar al interior
Desde el interior del País se viene gestando las nuevas dirigencias ajenas a la vieja política donde pareciese ser que la vuelta generacional se planta en los nuevos tiempos adaptada al futuro de la Argentina.
Las nuevas generaciones
Hace poco una encuesta de la consultora CB, dirigida por Cristián Buttié, que elabora de manera mensual su "Ranking Interprovincial de Gobernadores", en un estudio fue realizado a 17.957 casos totales (un promedio de 674 - 898 casos por provincia), entre el pasado 1 y 4 de agosto y un margen de error de +/-3 a 4%.
Arrojo los siguientes datos:
En la cabeza del podio quedó ubicado el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro ( la nueva política ), mientras que el último lugar fue para el mandatario de La Rioja, Ricardo Quintela ( la vieja política ).
Además de Pullaro, en los tres primeros lugares se encuentran gobernadores de la Unión Cívica Radical (UCR). El santafesino, que obtuvo una imagen positiva del 63% y una negativa del 32,3%, fue seguido por sus pares de Chubut, Ignacio "Nacho" Torres (+62,8% y -33,6%) y de Chaco, Leandro Zdero (+61,5% y -35,2%).
Las últimas tres posiciones fueron para tres referentes del peronismo, dos cercanos al kirchnerismo y otro del PJ no K. Quintela finalizó con una valoración negativa del 57,5% y una positiva del 40,2%, mientras que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, alcanzó una negativa del 55% y una positiva del 42,5%, y el salteño Gustavo Sáenz recibió rechazos del 55,1% y apoyos del 42,8%.
Clemente dejó en claro que los datos hablan por sí solo y que la paciencia social tiene un límete, y cuando ese límete se rompe, comienza las incertidumbres, perdiendo toda certidumbre que los Argentinos deberían gozar.
La paciencia de la sociedad será crucial en los próximos meses. La economía sigue siendo el factor determinante que preocupa a las clases argentinas.
A 41 años de democracia ininterrumpida.
El 30 de Octubre de cumplen 41 años de nuestra democracia, a la que tenemos que hacer madurar y hacer crecer día a día, ante la mirada de los ciudadanos, ahora está investigada por todos, su credibilidad cayó por el piso. La confianza venía lastimada con la sociedad, y parece que la herida no cierra ante una paciencia social inédita en el País.
La realidad es otra cosa, es una línea quebrada de confianza con la gente, es una deuda, es un número que no sale en las estadísticas y en las encuestas de imagen.
Debemos entender que los proyectos deben ser para la gente y no de los dirigentes, hay que escuchar, dialogar, buscar consensos entre los dirigentes jóvenes de peso que lideran las provincias que una mirada actual y moderna sobre la gobernanza a llevar adelante.
"Hay prácticas que están agotadas"
Mas allá de todo, tenemos la responsabilidad de elegir, de pedir un Estado de Equilibrio, no ausente, y elegir es una responsabilidad. Ahora bueno, hay que saber elegir, no hay márgenes para seguir equivocándose en el camino de la democracia.
Nuestros dirigentes no deben tenerle miedo a la honestidad, a la verdad, que son pocas palabras, pero cuánto se dicen al mismo tiempo, es como analizar durante horas y revisar décadas de la Argentina.
Tenemos que seguir luchando y trabajando, citando a Ghandi: “Mañana tal vez tengamos que sentarnos ante nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados… pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear".
Luchemos por ese mañana para que nuestras generaciones crezcan en paz, con responsabilidad ciudadana, social y sean libres de caminar sin miedo.
El desafío de los próximos años es enorme, no hay lugar para grietas o peleas.
Desde el sentido común, apelamos a centrar todos juntos las fuerzas en la lucha diaria contra este virus que no da tregua en nuestra Argentina.