Pocas cosas se esperaban menos que la posibilidad de que Paulo Dybala se marchara de la Roma. Mucho menos al fútbol de Arabia Saudita, que a pesar de su falta de competencia, se fue ganando la consideración de los jugadores profesionales a temprana edad. Sin embargo, el pedido incesante de los hinchas del conjunto italiano que se hicieron oír en las calles bajo la frase “Paulo no se vende”, surgió efecto: la joya argentina dio marcha atrás con su decisión y seguirá vistiendo la camiseta rojiamarilla.
Esta mañana, las calles de Trigoria, la ciudad deportiva del club de la capital de Italia, presenciaron el último intento de los fanáticos italianos: en lo que era, hasta el momento, la salida del último entrenamiento del atacante de 30 años, un gran número de hinchas se acercaron para pedirle a Dybala que no se vaya a Arabia Saudita y hasta se tiraron sobre su coche haciéndole llegar una cantidad innumerable de camisetas para firmar y celulares para sacarse una foto. Unas cuantas horas más tarde, el deseo de los simpatizantes de La Loba se hizo realidad.
"Gracias Roma. Nos vemos el domingo", fueron las palabras que utilizó el argentino en compañía de un video emotivo en su cuenta personal de Instagram confirmando que seguirá formando parte del equipo comandado por Daniele De Rossi por tiempo indefinido.
Lo cierto es que en una primera instancia, el club árabe le ofreció a Dybala un contrato por cuatro años, pero finalmente la oferta fue por tres, embolsando alrededor de 80 millones de euros. Pese a la propuesta millonaria de Al-Qadsiah, el propio jugador fue quien dio marcha atrás con su decisión porque le habrían cambiado las condiciones y después de muchos idas y vueltas, se quedará en la Roma más allá de que De Rossi no le garantiza la titularidad indiscutida.
