Ángel Di María se prepara para el homenaje que recibirá por parte de la Selección Argentina en el próximo compromiso de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. El Fideo, campeón del Mundial de Qatar 2022 y bicampeón de la Copa América, puso fin a su exitoso ciclo en la Albiceleste luego de la consagración en Estados Unidos 2024, una carrera que pudo terminar antes de empezar.
Cuando era apenas un niño, Rosario Central se fijó en él y lo 'compró' por 26 pelotas, pero se topó con un DT a sus 15 años que le hizo analizar dedicarse de lleno a trabajar en la carbonería de su padre. "Con siete años fui a Central por primera vez, arrancó todo muy lindo pero a los 15 años tuve mi primer choque contra la pared. Tenía un técnico que le gustaba la gente que golpeaba, pegaba, chocaba, no le gustaba los que jugaban, me decía que era un cagón, que no saltaba a cabecear, y le dijo a mi vieja que me vaya a otro lado", contó ESPN.
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"Ahí dije 'no juego más' pero mi vieja quería que siga jugando y que siga soñando con llegar, por eso seguí", agregó.
Afortunadamente, un médico le recomendó a su madre que vaya a jugar al fútbol y dos años después le llegó su debut en la Primera del Canalla. Caso contrario, su vida hubiera estado ligada al trabajo de su padre. "Si el médico no le decía a mi mamá que vaya a jugar a la pelota estaría laburando con mucho orgullo con mi viejo en la carbonería, hubiese seguido ahí tranquilamente", aseveró.
"Creo que una cosa o la otra hubiera sido la misma persona, de la misma manera. Ese doctor me dio al posibilidad de ser quien soy, y orgulloso de lo que construí en mi vida. Después de tanto sacrificio, de pelearla tanto y de sufrir, estar entre los mejores de la Selección es algo muy lindo", completó.
