Se anticipa una movilización significativa de docentes, a la que también se sumaría el sector policial. Ambos grupos se sienten particularmente afectados por la propuesta de reforma previsional.
Los docentes argumentan que la modificación implicaría un aumento encubierto de la edad jubilatoria, ya que se cambiarían los requisitos de años de aporte y presencia en las aulas.
Por su parte, la policía ve con preocupación el posible aumento de los años de servicio requeridos, pasando de 25 a 30 años.
A pesar de la resistencia de estos sectores, se espera que el Senado apruebe la reforma, ya que cuenta con los votos necesarios. El verdadero desafío vendrá en la Cámara de Diputados, donde el apoyo podría no estar garantizado la próxima semana.