El presidente de la Corte Suprema de Santa Fe, Rafael Gutiérrez, se posicionó firmemente ante el intento de recambio de ministros del máximo tribunal impulsado por el Ejecutivo provincial, liderado por el gobernador Maximiliano Pullaro, generando una creciente tensión entre los Poderes. Gutiérrez, quien es el miembro con más años en el cargo, expresó públicamente su rechazo a cualquier intento de forzarlo a jubilarse, asegurando que se retirará solo cuando lo decida él mismo.
El conflicto gira en torno a la permanencia de los jueces que ya han superado la edad de retiro establecida en la Constitución provincial, que fija el límite en los 65 años. Gutiérrez, al igual que otros ministros de la Corte, ya ha superado este umbral, con algunos magistrados incluso por encima de los 80 años. No obstante, Gutiérrez invocó el artículo 88 de la Constitución Provincial, que garantiza la inamovilidad de los jueces mientras mantengan su idoneidad física, intelectual y moral.
El debate sobre el recambio de ministros ha expuesto las tensiones entre el Poder Judicial y el gobierno de Pullaro. La situación se ha agudizado con la propuesta de reforma previsional, que incluye un aumento en los aportes de los haberes altos, lo que ha generado malestar entre los jueces. Pullaro, por su parte, fue claro al afirmar que "se terminaron los privilegios", una declaración que desató un enfrentamiento abierto.
Además, las tensiones se incrementan por otros temas como las vacantes acumuladas en el Poder Judicial, que el Ejecutivo no ha concursado, y la implementación de un nuevo sistema de selección de magistrados. Estos puntos han sido interpretados por el sector judicial como avances que podrían poner en riesgo la independencia de los Poderes y rozar los límites de la institucionalidad.