Compañeros de trabajo de la docente asesinada en Alto Verde se encontraron en la Escuela N° 533 para recordarla. En las escalinatas de Tribunales, su familia volvió a pedir justicia por el hecho.

 

A un año del crimen de Vanesa Castillo, la maestra asesinada cuando salía de trabajar en la Escuela N° 533 de Alto Verde, familiares, amigos y compañeros docentes la recordaron con un emotivo acto realizado en la institución educativa. En medio de un profundo malestar por la falta de avances en la causa, reclamaron justicia por el hecho.

“Pasó un año pero yo todavía no lo puedo creer, lo sufro de la misma manera por la forma en que la mataron, eso duele mucho”, confesó Silvina que también es docente y era una de las mejores amigas de Vanesa. Con lágrimas en los ojos, recordó cómo vivió los hechos ocurridos el 15 de febrero de 2018.

Vanesa Castillo murió por las 13 puñaladas que le asestó Juan Ramón Cano, el único imputado por la causa hasta el momento. La familia y las compañeras de la maestra afirman que Cano actuó como sicario. El trasfondo del crimen de Vanesa sería la denuncia que ella realizó luego de enterarse que una de sus alumnas -una nena de 12 años- estaba embarazada víctima de un abuso intrafamiliar. El perpetrador del abuso sería también quien encargó el asesinato de Castillo.

“Yo no sabía que la estaban amenazando, ella se reservó mucho el caso porque estaba la vida de la menor en juego. Ella hizo las cosas bien y terminó muerta por hacer las cosas bien“, reclamó Silvina.

Reclamo en Tribunales

Carolina Walker, abogada que representa a la familia Castillo, acompañó a los familiares de Vanesa en una convocatoria frente a los Tribunales santafesinos. Cuestionó la falta de avances en la causa, recordó que el asesino estaba libre a pesar de estar imputado por abuso sexual y dijo que “la Justicia se cubre a sí misma y no tiene interés de investigar y determinar los responsables”.

“La única respuesta de la Fiscalía es que no tienen recursos y que tenga paciencia. Ya demasiada paciencia tuve. Hace un año, a esta hora estaban matando a mi hermana y yo hoy tengo que estar acá en vez de estar en mi casa con mi sobrina o llevándole una flor a Vane“, sostuvo con mucha angustia Silvia, hermana de la maestra.

“Sarita es mi razón de vivir y mi apoyo, es pura fortaleza. Es una nena que decidió ser feliz a pesar del dolor y lo está intentando, acompañada por una terapeuta que la está ayudando a superar la situación. Es muy fuerte y valiente, muy parecida a como era su mamá”, contó Silvia.