Un joven inglés de 25 años, nació con una enfermedad poco frecuente de la piel que lo vuelve hipersensible a la radiación ultravioleta. La dermis de Alex contiene un pigmento llamado xeroderma, un trastorno genético por el cual, si se expone al sol aunque sea unos pocos minutos, corre el riesgo de sufrir quemaduras graves.

La familia de Alex conoció su diagnóstico cuando él era solo un bebé, de modo que pasó la mayor parte de su vida en espacios cerrados; solo salía por la noche o cuando el día estaba nublado.

Pero incluso en esos días debía protegerse la cara con una máscara y un visor. La radiación solar a través de las nubes le podía causar un gran daño en su piel, que es 10.000 veces más sensible que la de la gente común, según lo que informa el Daily Mail.

Finalmente la solución para que pueda salir a la calle la encontró Zoe Laughlin, una diseñadora que creó una máscara de cuero artificial con la forma de la propia cara del joven realizada con una impresora 3D. La novedad se presentó en el programa de televisión The Big Life Fix que se emite por BBC Two. Allí, la cara de Alex fue escaneada, luego se imprimió y se cubrió con una capa de silicona que no permite que pase la radiación ultravioleta. El efecto fue hiperrealista.

Ahora Alex puede salir a la calle a plena luz del día con su máscara idéntica a él y solo tiene que sumar un par de anteojos de sol.