La vitamina B12 es esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso y para la formación de la sangre y de varias proteínas. Su carencia es una de las complicaciones más graves de los hijos e hijas de las mujeres que siguen dietas vegetarianas y veganas sin supervisión profesional, según detectó un trabajo de pediatras y médicos especialistas en nutrición del Hospital Garrahan.

La vitamina B12 no puede ser producida por el organismo humano y se adquiere a través de la carne, leche, huevo y, en menor medida, legumbres. Es un factor fundamental en la transmisión de los impulsos nerviosos. En el caso de que se elija una dieta que no incluya la B12 o se coma menos de una vez por semana carne o pescado, “es fundamental suplir esta vitamina”, explican desde el estudio.

La investigación presentada por los profesionales describe a “un grupo de lactantes, hijos de madres veganas, con déficit de B12 y compromiso neurológico grave: apneas, convulsiones, hipotonía, desconexión y retraso madurativo”. Grupo que en los últimos años aumentó rápidamente en el Hospital Garrahan: de 0,85 casos por año entre 2006 y 2013 se ha pasado a 3,5 casos por año en el período 2016-2018.

“Nuestro propósito es llamar la atención de los obstetras y de los pediatras para que pregunten a las madres sobre su alimentación y puedan, entonces, suplir la vitamina B12 a madres veganas y vegetarianas desde antes de la concepción y mientras dure la lactancia”, explica el doctor Juan Aguirre, médico pediatra especialista en medicina interna y autor principal de la investigación.

Además, Aguirre también señala la importancia de “considerar el déficit de B12 como diagnóstico diferencial en las niñas y niños pequeños con enfermedad neurológica”, y recomienda a los pediatras la sospecha de carencia de B12 ante casos de “deterioro neurológico sin causa aparente”.

Los niños estudiados fueron lactantes previamente sanos, amamantados en forma exclusiva sin recibir alimentos de origen animal ni suplementos, no habían tenido complicaciones perinatológicas y sus madres no habían recibido consejería nutricional durante el embarazo. Estos siete niños llegaron al Hospital Garrahan por síntomas neurológicos graves, como anemia megaloblástica grave y desnutrición aguda.

“Estos nutrientes se incorporan al bebé desde los reservorios de la madre en la gestación y durante la lactancia. Al no tener las madres veganas suficientes depósitos de vitamina B12, el niño puede presentar problemas neurológicos graves y compromiso en el desarrollo al nacimiento o durante la lactancia”, afirma la doctora Marisa Armeno, médica pediatra nutrióloga del Servicio de Nutrición del hospital.

En referencia a los pacientes que atendieron, Armeno agrega: “No conocemos las consecuencias a largo plazo de estos niños, pero a pesar de la suplementación adecuada de los casos que tuvimos, algunos niños quedaron con secuelas”.

Actualmente, las madres y padres de los niños y niñas de este estudio han decidido incorporar una dieta mixta y completa a sus hijos e hijas y se suplió a las madres con B12 oral.

Sin embargo, se destaca que las dietas vegetarianas planificadas y controladas son adecuadas para todas las etapas de la vida, que incluyen el embarazo, la lactancia, la infancia y la adolescencia, incorporando los suplementos dietarios necesarios. Aunque es necesario informar que, en la población vegetariana, se estima, la deficiencia de B12 afecta al 62% de las embarazadas, al 25-86% de los niños y al 21-441% de los adolescentes.