Andrés Soza Bernard está acusado de matar al jugador de futsal Fabricio Zulatto en 2016. Entonces estaba libre luego de haber asesinado a su novia en 2007.

Un hombre con un singular perfil criminal acusado de dos asesinatos resonantes que conmocionaron a Rosario en distintos momentos será sometido a partir de hoy a un juicio oral y público por comercialización de drogas.

Denunciado

Se trata de Andrés Soza Bernard, un licenciado en comercio exterior, de 34 años. Está acusado por ejecutar con tres tiros en la cabeza Fabricio Zulatto, un jugador de futsal de Newell's Old Boys el 9 de agosto de 2016. Este apareció enterrado en un quiosco de drogas de la zona noroeste. Al momento de este crimen, por el que afronta un pedido de prisión perpetua, Soza Bernard cumplía en libertad una condena a 13 años. Esto por matar con un tiro en la nuca a su novia, Gabriela Núñez. Ese asesinato, que hoy sería considerado un femicidio con pena máxima, fue en agosto de 2008 en Sucre y San Juan, cuando la adolescente de 16 años salía de una clase de inglés.

Soza Bernard fue detenido el miércoles 17 de agosto de 2016, a una semana del asesinato de Zulatto, en la en la casa de su madre. La misma se ubica en Nicaragua al 1100, aunque vivía en un departamento de Santa Fe y Vera Mujica que fue allanado. En ese lugar le incautaron celulares, 604 gramos de marihuana, una bolsita de cocaína y unos 100 mil pesos. Además de elementos para fraccionar drogas. Eso motivó que le abrieran una causa federal por la que responderá hoy a partir de las 9.30 en el Tribunal Oral Federal 3 de Oroño al 900.

Un nuevo proceso

Este caso se ventilará en juicio oral a requerimiento del mismo acusado en el que intervendrán los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez y José María Escobar Cello. Será asistido por el defensor oficial Andrés Penissi. La acusación estará a cargo de Federico Reynares Solari.

Los casos previos en los que está envuelto Soza Bernard generaron sostenido estremecimiento público en Rosario. El último homicidio por el cual está acusado es el de Fabricio Zulatto , que había terminado el secundario en la escuela Brigadier López y trabajaba con su padre en venta de indumentaria. La tarde del martes 9 de agosto de 2016 salió de su casa de zona sur en su VW Trend tras avisarle a su madre que iba a comprar un cargador para el celular y a almorzar con dos amigos. A las 15 le envió un mensaje por WhatsApp a su novia, que estaba en el exterior. Desde entonces se le perdió el rastro.

Su familia denunció la desaparición al día siguiente. Los amigos de Fabricio salieron a buscar el auto, un vehículo fácil de ubicar por ser negro con vidrios polarizados y llantas negras. Esa tarde lo encontraron en Suipacha al 700. Le faltaba la patente delantera y habían adulterado la de atrás. Fue la llave para dar con Fabricio.

Sus amigos recorrieron la cuadra en busca de cámaras y dieron con un video donde se veía bajar por el lado del acompañante al sujeto que se deshizo del auto. Lo reconocieron como "Andrés", un dealer al que solían comprarle drogas en la zona del Patio de la Madera. En ocasiones, contaron, el propio Fabricio acercaba a Andrés en su auto hasta el búnker de Génova al 2100 donde terminaría encontrando la muerte. En el lugar se advertían escombros recién volcados sobre una letrina. A un metro de profundidad estaba el cuerpo de Fabricio, vestido con una camiseta de Newell's como al salir de su casa y con tres balazos en la cabeza. Lo habían asesinado a las 17 del martes.

La revelación

En ese rancho también fue apresado un joven quien les dijo a los policías que el martes 9 de octubre a esa hora volvía de su trabajo en una cooperativa de cartoneros cuando se encontró con Omar Darío "Pilo" Motier y Andrés, que tenía los pantalones manchados con sangre, tapando un pozo. Reveló que éstos le pidieron que terminara de tapar la letrina donde enterraron a Fabricio. Contó que Andrés, la persona que les proveía la droga que vendían en la casilla, le había pagado 20 mil pesos a "Pilo" para que matara al muchacho con el que había discutido un mes antes. Los dos están acusados por el homicidio más allá de quién apretó el gatillo.

Como no se sabía quién era "Andrés" la fiscalía dio a conocer el video donde se lo ve estacionar el auto. Un testigo de identidad reservada lo identificó como un transero de drogas condenado años atrás por matar a la novia. Los registros de libertad condicional permitieron identificarlo. Su celular fue sometido a una pericia especial en Buenos Aires y se recuperaron varios audios sueltos donde habla de transacciones de drogas, servicios de amedrentamiento y dice que un técnico le "limpiaba" regularmente el teléfono para borrar registros.