Para comenzar, hay que reconocer que a la película solo la sostiene la actuación de Joaquin Phoenix que es impecable.

Aclarado esto, comencemos con la crítica técnica.

La película cumple con todos los cánones estructurales del cine hollywoodense, y aunque el guion no cuente nada sobre el Guasón, el clásico personaje de los comics, sino como llegó a serlo, la estructura lo sostiene muy bien. Para los que vieron el tráiler tienen que saber que la película es una versión extendida de 2 horas de ese adelanto, no cuenta nada más (pese a que yo esperaba mucho más). La película solo cuenta la historia de Arthur Fleck, vemos al Guasón como personaje propiamente dicho recién en los últimos 15 minutos y no antes. Si no fuera por su buena estructura, la película entera sería tan solo un primer acto muy largo, ya que no ahonda para nada en el clásico villano; lo que me lleva a pensar es una secuela. En este caso el guion es bastante escueto, repetitivo y con varias escenas y personajes que podrían o estar que no alterarían la trama de la historia.

Su director Todd Phillips el director de fotografía Lawrence Sher hacen un muy buen trabajo en esta película y vemos que forman un buen equipo, y es que ya han trabajado juntos en la saga ¿Qué pasó ayer? La banda de sonido, al igual que la trama, mejora en la segunda mitad cuando pasa a ser más orquestal acompañando de mejor manera la transformación del personaje.

¿Es posible empatizar con el personaje de Joaquin Phoenix? Claro que sí, después de 120 minutos viendo a su personaje sufrir los conflictos con la vida y la sociedad, es lógico que terminemos empatizando y sintiendo sus frustraciones y odios. Con este papel Phoenix podría estar tranquilamente nominado a mejor actor para los Oscar, y tiene muchas posibilidades de ganar si tenemos en cuenta que el último ganador fue ‎Rami Malek. De todos modos, según las primeras votaciones es el tercer mejor Guasón detrás de Heath Ledger y Jack Nicholson en el primer puesto.