"Solo tenés que cerrar la boca", "sos vago, no tenés voluntad", son algunas ofensas que escuchamos a diario y poco tienen que ver con la solución de las personas que tienen sobrepeso. Hacer actividad física y mejorar la alimentación es una información que ya tenemos incorporada en nuestro saber y repetimos casi a diario en el espacio de Con Bienestar. Sin embargo, lo que verdaderamente ayuda a las personas a cambiar el estilo de vida es la motivación.

El exceso de peso incrementa el riesgo de desarrollar en el tiempo varias enfermedades que involucran prácticamente a todos los órganos y procesos fisiológicos de nuestro cuerpo, afectando el día a a día y aumentando el riesgo de mortalidad.

"La estigmatización de la persona con obesidad afecta todas las facetas de su desarrollo personal: dificulta sus relaciones y su inserción social, su progreso académico y profesional", afirma la doctora Mónica Katz (MN 60164), presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

Disponer de alimentos de mejor calidad nutritiva en el hogar, reducir el tamaño de las porciones, comer lento con bocados chicos y masticando mucho, no discutir durante la comida, percibir con precisión la comida, por ejemplo sacando una foto al plato, tener en cuenta que "no es la última cena’" y recordar que "elegimos ser saludables" son algunos de los consejos que enumeran los especialistas.

"Hay que ponerse metas cortas, posibles", le dice a este medio el doctor Alberto Cormillot (MN 24158), médico diplomado en enfermedades crónicas. "Se asocia a la persona con obesidad con alguien que comete un delito o también se lo juzga de vicioso", remarca el reconocido especialista.

Ambos médicos coincidieron en la importancia de reconocer al exceso de peso (que engloba al sobrepeso y la obesidad) como una enfermedad crónica que debe ser tratada de por vida con un seguimiento a cargo de profesionales de la salud.

Las personas con exceso de peso son las que menos denuncian discriminación, según datos que la doctora Katz expuso de INADI. Según el documento, la obesidad o sobrepeso, encuentra más respuestas entre las mujeres que entre los varones (tercero y sexto lugar, respectivamente), pero en el caso de las denuncias cae al puesto 17°, mostrando cómo la temática se invisibiliza a la hora de buscar una reparación.

Dietas mágicas de los famosos

“Llamativamente, hoy tenemos que enfrentar al ‘intrusismo’, que es el ejercicio de una actividad pseudoprofesional a cargo de personas que no están matriculadas ni entrenadas para hacerlo. Seguir sus consejos contribuye a perpetuar las causas de la obesidad y desalienta la visita al médico o al nutricionista, que son los profesionales preparados para atender la enfermedad”, precisó la doctora Katz.

"Si vemos en la tele o en las redes alguna recomendación, hay que chequearla en sitios avalados por profesionales de la temática", enfatiza Cormillot al ser consultado sobre las tendencias del ayuno, la dieta metábolica, por solo citar algunas opciones viralizadas en redes.

“Al momento de enfrentarse con un alimento, compiten el pensamiento rápido con el pensamiento lento. El primero es impulsivo y buscará llevarse el alimento a la boca, el segundo es más reflexivo y sabrá asumir cuándo ha sido suficiente. El punto está en lograr que prevalezca el pensamiento lento y entender que no debe predominar lo que más me gusta, sino lo que más me importa”, concluyó Cormillot.