Alguna vez sufriste dolor de espalda o cuello por un movimiento brusco o una contractura, y trataste de buscar algún medicamento que lo alivie rápido para seguir con la rutina. En estos casos siempre está presente una famosa y antigua recomendación que hay quienes sostienen que es efectiva: Pasarse una barrita de azufre por el músculo afectado para eliminar el aire que produce la dolencia.

La barrita de azufre es un mineral sólido, se vende en pequeños tubos de color amarillo y se los pueden encontrar en kioscos o en cualquier farmacia. Un archivo histórico cuenta que, a finales del siglo XIX, fueron introducidas a la Argentina por inmigrantes italianos para utilizarlas como alternativas medicinales. Basta con frotarlas sobre la zona inflamada y cuando se quiebran, indicaría que la molestia fue expulsada.

“No hay una recomendación formal para usarla, pero tampoco existe evidencia de que haga mal pasársela por la región afectada”, asegura a Con Bienestar el doctor Nahuel Elías (M.N. 141542), especialista en clínica médica. Explica que no hay estudios científicos que avalen esta práctica como alivio de una distonía muscular (tortícolis): “El dolor se puede curar, todo depende de cuál sea el cuadro. Si tenes una contractura por dormir mal, el tratamiento es sintomático y vas a requerir medicación analgésica”.

El calor se emplea para contracturas musculares, por ejemplo, porque esté confunde al cerebro, argumenta el especialista. "Si apoyas calor en la zona afectada priorizas la transmisión de temperatura, por eso calma. Pero cuando se va, el dolor vuelve". Como elemento natural, existe el Bálsamo de Abeto o mayormente conocido como Bálsamo de Canadá. Cuando se lo frota, emana calor y baja la intensidad de la molestia generada. De todas formas, las recomendaciones son según casos específicos y es importante que siempre se consulte con el médico de cabecera, concluyó.

La población está divida entre los que creen en su milagrosa respuesta rápida y otros que aseguran que es mentira. Los que están a favor, garantizan que el azufre limpia al organismo de la carga eléctrica del ambiente, alinea los chacras y genera una sensación de relajación absoluta.