Cuando se hace referencia al uso excesivo de la tecnología, incluso a casos de adicción, usualmente se piensa en menores de edad. Esa mirada es sesgada y en tanto ineficaz para pensar el vínculo con las pantallas, un análisis que no debería excluir a los adultos.

“Hace muchos años empecé a trabajar con las nuevas tecnologías y a estudiar cómo esto estaba impactando en todas las generaciones, tanto en niños como en adolescentes y adultos. En este tiempo he visto y recibido gran cantidad de consultas relacionadas al tema”, dice en diálogo con TN Tecno Laura Jurkowski, que es directora del ReConectarse, un centro especializado adicción a la tecnología.

Además acaba de publicar Efecto Pantalla, en cuya portada se lee una promesa seductora: “Cómo lograr el equilibrio digital”.

- En tu nuevo libro se incluyen varios casos de personas adultas. ¿Cuán importante es abrir el espectro y no apuntar únicamente a los chicos, cuando se habla de estos hábitos?

- Creo que se educa con el modelo, y muchos adultos están usando la tecnología excesivamente, muchas veces en forma adictiva. Y lo estamos transmitiendo como algo natural, normal, a los menores. Además es importante el propio registro. Mientras que los chicos todavía tienen moderadores externos que les imponen límites; en los adultos eso no ocurre y muchas veces no se toman en cuenta las opiniones de los demás. Es decir, al no haber alguien que ponga límites muchas veces ese uso excesivo lleva a descuidar actividades, el trabajo, etcétera.

- ¿Qué te motivó a especializarte en este tipo de problemáticas?

- Trabajo en un centro de psicoterapia como supervisora, y veo una gran cantidad de consultas de familias preocupadas por el uso excesivo de tecnología que no saben cómo manejar esas situaciones, cómo abordar los problemas que esos hábitos generan en las relaciones, en el estudio, en la concentración, etcétera. Comencé a notar que si bien muchos pacientes consultaban por algún otro problema, indagando un poco se llegaba a que eso muchas veces estaba relacionado a la tecnología y también a la exposición a determinados riesgos.

Eso me llevó a especializarme y estudiar los problemas vinculados a las nuevas tecnologías. Y después abrir el centro ReConectarse en el que, justamente, la idea es trabajar en la prevención y asistencia de estos problemas. Efecto Pantalla llega luego de haber visto muchos casos. Es importante la difusión y el alcance de la información, no solamente para los que pueden acceder a una consulta.

- Al hablar de adicción a la tecnología, ¿cuál es la consulta más frecuente? ¿Videojuegos? ¿Internet y redes sociales? ¿El mismísimo celular?

- La más frecuente es la de jóvenes adictos a los videogames, a juegos online. Por lo general no son ellos los que consultan, sino familiares preocupados por cómo esa actividad los absorbe. También llegan algunas consultas vinculadas a la adicción a redes sociales; esto usualmente ocurre por la pareja. Una tercera es la adicción pornografía en Internet. También llegan a las consultas que no tienen que ver con la adicción, sino con el mal uso, además de otras relacionadas a chicos que han padecido alguna situación traumática.

- ¿Cómo determinar si existe una adicción, o si se trata de un uso excesivo?

- Se habla de adicción cuando hay un comportamiento compulsivo. Se utilizan los mismos parámetros que se usan para otro tipo de adicciones. El comportamiento pasa a ser lo central y lo más importante para la persona. Aquí aparece lo que se denomina fenómeno de tolerancia que necesita cada vez realizar más tiempo este comportamiento para poder obtener el mismo efecto. Por otro lado aparece el fenómeno de abstinencia, que implica que si esta persona no puede realizar este comportamiento surge ansiedad, angustia, irritabilidad, y muchas veces situaciones de violencia.

En ese sentido, este comportamiento empieza a interferir en otros ámbitos de la vida de la persona como el área académica, en sus relaciones sociales, en la familia, en el sueño, surgen problemas de salud, muchas veces empiezan a descuidar su aseo personal, problemas de atención, etcétera.

- Pero obviamente no todo es malo en las pantallas…

- Son un montón los usos positivos, son herramientas fundamentales que nos ayudan a resolver muchas cuestiones de nuestra vida. Pero hay un “lado B” que está relacionado a los problemas que nos puede llevar a depender y hasta llegar a límites adictivos. Siendo que la tecnología ofrece tantos beneficios, es importante buscar un equilibrio digital. O sea, hacer uso de las pantallas, pero en tiempo y forma.

Es importante entender que no todo pasa por el celular. En el caso de los adultos, es bueno poder enseñarle a los menores, a nuestros hijos, que existen otros recursos además de las pantallas. Que sí existe otra manera de jugar.

- En tu libro hay muchas sugerencias para conseguir ese deseado equilibrio. Si tuvieras que rescatar algunos de esos consejos, ¿cuáles serían?

- Una buena idea para correr lo adictivo es organizar eventos en el día “libres de celular”. Por ejemplo en el momento del encuentro familiar. También seguir usando otros recursos, por caso un despertador en lugar del celular. Que lo primero y lo último que hagamos en el día no sea algo relacionado con las pantallas.

Un consejo fundamental que rescataría es que los adultos debemos ser conscientes de que somos modelos de los chicos. Más allá de lo que digamos (que no usen el celular o que no estén tan pendientes de los juegos), es importante tener en cuenta que se educa más con lo que uno hace que con lo que uno dice. Para eso es importante que tomemos un registro propio.

Finalmente, para los padres es importante entender los riesgos del mundo online. Así como no dejamos a nuestros hijos chicos transitar solos por la calle, también tenemos que educarlos sobre los peligros que existen en el mundo virtual. Acompañarlos al principio, ir de la mano, y a medida que van soltándose seguir monitoreando su actividad.