Los archivos y sus formatos pueden sumergirnos en una maraña de compleja resolución. En ocasiones obligan al usuario a buscar programas compatibles o, en su defecto, convertirlos con el riesgo de que en el camino pierdan sus características originales.

Por fortuna, en el ancho universo online existen soluciones eficientes para convertir archivos, que además son gratuitas y no requieren softwares adicionales. Es decir, no hay que hacer descargas e instalaciones posteriores.

Casi ningún formato queda fuera de estas propuestas: desde JPG hasta PNG, pasando por MP3 y WAV, e incluso elementos comprimidos hasta documentos de Word y otros menos conocidos.

Tres opciones útiles
  • Convertio presume haber convertido más de 400 millones de archivos. Esta plataforma permite realizar conversiones desde el navegador (también ofrece extensiones para browsers) entre más de 300 formatos, incluyendo archivos comprimidos, de audio, video, documentos, fuentes, imágenes, presentaciones, libros electrónicos y vectores.

Además de esa versatilidad, tiene la ventaja de que el proceso completo se realiza en la nube y, en tanto, no insume espacio en el dispositivo del usuario. ¿Qué hay de la seguridad? Los responsables del servicio aseguran que eliminan los archivos cargados al instante y los convertidos después de 24 horas. “Tu privacidad está garantizada al 100%”, dicen.

Hay que tener en cuenta que esta herramienta en línea es gratuita siempre y cuando los archivos no superen los 100MB. Eso puede ser escaso, aunque útil para muchos y además no exige registrarse. En caso de superar esa cifra, es preciso optar por planes de suscripción.

  • Online-Convert es otra opción en este mundillo. Funciona desde su página web, aunque también hay aplicaciones para iOS y Android. En su versión online tiene un diseño algo anticuado, aunque la propuesta visual sencilla tiene su correlato en la experiencia de uso. Simplemente hay que seleccionar el archivo, elegir el formato de destino y dar paso a la conversión.

Una vez realizado el proceso, ofrece la opción de eliminar el archivo al instante. En caso contrario, eso ocurre automáticamente después de unas horas. Además son proactivos: según dicen, si el usuario no encuentra la conversión que necesita, simplemente debe pedirlo vía correo. La herramienta es gratuita y, buena noticia, está disponible en español.

  • La tercera recomendación es un paradigma en este terreno, Online Video Converter, que tal como anticipa su nombre hace foco en archivos de video. Cabe señalar que aquellos son elementos conflictivos, ya que en las conversiones la calidad puede verse perjudicada. En este caso, hay 17 formatos disponibles.

La plataforma además permite convertir videos alojados en URLs a archivos locales. Es decir, si encontrás uno video en Internet, podés descargarlo. Eso sí: ya no funciona con contenido de YouTube. En ese caso, una buena opción es Video Cyborg.