Las condiciones climáticas como las temperaturas y la radiación solar altas pueden afectar la salud, en especial la de los niños y personas mayores de 65 años, por lo cual la cartera sanitaria nacional difunde recomendaciones para evitar golpes de calor, especialmente para los bebés, los niños pequeños; los mayores de 65 años y las personas con enfermedades crónicas.

Se recomienda consumir mucho líquido, en especial agua fresca y de fuente confiable durante todo el día, aun si no se tiene sed, así como también evitar el consumo de infusiones calientes, bebidas alcohólicas y aquellas con mucha azúcar.

Además, el Ministerio de Salud sugiere que tanto niños como adultos mayores eviten exponerse al sol, especialmente entre las 10 y las 16, que permanezcan en lugares frescos y que consuman frutas y verduras. A su vez, se aconseja utilizar ropa de colores claros, holgada y fresca.

En relación a los niños menores de 6 meses, es conveniente que la madre ofrezca el pecho con más frecuencia que la habitual. Para los niños mayores de 6 años, se aconseja ofrecerles bebidas en forma constante, aunque no lo pidan, como forma de evitar la deshidratación.

El golpe de calor se produce por la pérdida de agua y sales esenciales que el cuerpo humano necesita para el buen funcionamiento. Entre sus síntomas, pueden presentarse fiebre, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza, mareos e incluso desmayo. En los bebés, también puede observarse la piel irritada por la transpiración en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y en la zona del pañal, irritabilidad y llanto.

Ante la aparición de los síntomas descriptos se deberá actuar de la siguiente manera:

  • Trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo. Hacer que mantenga la cabeza un poco alta.
  • Intentar refrescarlo mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza, darle de beber agua fresca o un poco salada
  • Solicitar ayuda médica.
  • No consumir medicamentos antifebriles.

Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés; los niños pequeños; los mayores de 65 años de edad y quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas; hipertensión arterial; obesidad y diabetes.