Los teléfonos que son analizados en la causa por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell aportarán más de 4 terabytes de información.

Esos datos deberán ser analizados por los investigadores para tratar de obtener datos sobre la participación y el rol de cada rugbier a la salida del boliche Le Brique el 18 de enero.

La titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6) de Villa Gesell, Verónica Zamboni, y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán obtener imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los imputados.

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Entre los teléfonos desbloqueados están el iPhone 3 negro de Máximo Thomsen, uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y quien decidió no entregar la clave de acceso, al igual que los otros rugbiers.

Los peritajes incluyen también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando Báez Sosa, un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio.