Jennifer López y Shakira inyectaron al espectáculo de medio tiempo del Super Bowl con una exuberancia y alegría que celebró su herencia latina. Su atletismo incansable igualó el de los jugadores de fútbol que esperaban en los vestuarios.

Shakira comenzó moviendo las caderas para interprertar "She Wolf''. Y tras esto siguió un popurrí ágil que terminó con su característica "Hips Don't Lie''. López, con un traje de piel negro, comenzó con un fragmento nostálgico de "Jenny From the Block''. También presumió algunos pasos sorprendentes de "pole dance'' (acrobacias en el caño), un recordatorio de su muy celebrado papel en la película "Hustlers''.

En algún momento hizo una sentadilla sobre los hombros de un bailarín que posiblemente hizo que la gente sintiera dolor en todo el país en solidaridad. López repasó canciones como "Love Don't Cost a Thing'', "Get Right'', "On the Floor" y "Que Calor'', encontrando tiempo para quitarse su traje negro y cambiarlo por uno traje plateado brillante, que dejaba poco a la imaginación.

Uno de los momentos destacados fue cuando la hija de López, Emme, acompañó a su madre en un verso de "Let's Get Loud'' en el que la niña de 11 años cantó el coro de "Born in the U.S.A'' de Bruce Springsteen. Su madre extendió entonces sus brazos y mostró una capa de color rojo, blanco y azul que representaba la bandera de Puerto Rico.

Este fue un recordatorio ante la audiencia en televisión, que llegó a los 100 millones de personas, de que esta era una parte diferente de Estados Unidos haciendo una poderosa declaración de inclusión.

Al final las dos salieron juntas para cantar "Waka Waka (This Time for Africa)'', la canción que Shakira compuso como tema oficial de la Copa Mundial de Fútbol de 2010. "Muchas gracias'', dijo Shakira en español. "Thank you so much'', agradeció López en inglés.