La Municipalidad de Santa Fe viene realizando desde hace dos meses tareas de limpieza, desinfección y mantenimiento general al edificio del ex Liceo “Antonio Fuentes del Arco”. Es el que está ubicado en 25 de Mayo y cortada Falucho. De esta manera se frenó el deterioro producto del abandono en que se encontraba el inmueble hacía años y se avanza hacia su recuperación.

Abandono

El mayor daño se presenta en los pisos superiores del emblemático edificio, donde en otro momento funcionaban las escuelas de danza, arte e idiomas, hasta que fueron trasladas a la Estación Belgrano y al Molino Marconetti.

Allí, personal de la Municipalidad detectó filtraciones en techos y que las ventanas habían quedado abiertas. Esas situaciones produjeron un deterioro importante de los pisos de madera, cielorrasos, paredes y el sistema eléctrico. Además de una importante cantidad de guano de palomas. En tanto, la planta baja y el entrepiso están en buenas condiciones porque siguieron en uso con actividades municipales.

Griselda Bertoni, secretaria de Obras y Espacio Público del municipio, explicó que “a partir de las lluvias de diciembre, nos encontramos con que el edificio se había anegado por completo y se detectaron una serie de anomalías que debían ser resueltas”.

Mantenimiento 

Ante esta situación, el personal municipal se dedicó a la limpieza y desinfección total de los pisos y áreas afectadas por el excremento de palomas, murciélagos y roedores. También realizaron el ordenamiento del material en desuso, separando aquello que puede ser reciclado de lo que debe ser desechado.

La funcionaria también explicó que se avanzó con la desobstrucción de canaletas y desagües, el cerramiento y reparación de aberturas, la anulación de cables y líneas eléctricas sueltas. Esto significaba un peligro importante. A su vez, la reparación de los pisos de madera dañados. Hubo que retirar el cielorraso del último piso, limpiar paredes y pisos internos.

Cabe mencionar que en muchas de las partes afectadas, los pisos son de pinotea y sobre ellos se acumuló agua y guano, lo que además generó un importante peso al edificio. Por eso, las primeras medidas tuvieron que ver con la limpieza profunda de esos lugares. Ahora, según explicó Bertoni, está previsto restaurar la cubierta, que tiene 1095 m2, la hojalatería y darle un cierre hermético para continuar con la recuperación de este emblemático edificio.