El COVID-19 provocará que unos 25 países enfrenten niveles devastadores de hambre durante los próximos meses, advirtió este viernes un nuevo informe conjunto del Programa Mundial de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Aunque el continente africano será el más afectado a nivel mundial, el virus también perjudicará a países de América Latina y el Caribe. Los principales focos son Haití, parte de América Central -Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua-, y Venezuela, nación donde se vivió la cuarta mayor crisis alimentaria del mundo durante el año pasado.
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La enfermedad también afectará a los países de Oriente Medio y de Asia, que sufren altos niveles de inseguridad alimentaria, según detectó un análisis de alerta temprana de los principales focos de seguridad alimentaria de ambos organismos.
Esta situación la anticipó hace tres meses el Consejo de Seguridad cuando se anunció “que corríamos el riesgo de una hambruna de proporciones bíblicas".
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Ante esta grave situación, el Programa Mundial de Alimentos amplió sus tareas de ayuda alimentaria a 138 millones de personas. El costo de la respuesta de la organización humanitaria a la creciente inseguridad alimentaria, se estima en 4.900 millones de dólares, con otros 500 millones destinados a prevenir el estallido de la hambruna en los países con mayor riesgo.
Con información de Télam