Este jueves imputaron a ocho personas en el marco de una investigación que encabeza el fiscal Martín Castellano. Es a raíz de 10 hechos ilícitos cometidos en la ciudad de Rafaela perjuicio de un hombre y de su entorno familiar al que le reclamaban el pago de una presunta deuda.
El fiscal, informó en la audiencia que “los delitos investigados se cometieron a partir del mes de enero de este año”. Y agregó que “en distintas oportunidades y circunstancias habrían efectuado entregas de dinero a la víctima por una suma equivalente a 200 mil dólares”.
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Una balacera en el domicilio de un médico -de apellido Vega, reconocido en Rafaela- inició la investigación. La victima declaró: ”En la semana vinieron a apretarme. Lo buscaban a mi hijo y dicen que le debe 200 mil dólares”.
“Con el pretexto de la existencia de esta presunta deuda, los imputados dispusieron una serie de maniobras intimidantes, coaccionantes y violentas. Todo con el propósito de obtener un beneficio económico ilegítimo”, argumentó el fiscal.
En este contexto, el hijo del médico fue secuestrado unas horas. Tiene 30 años y es tesorero del Colegio de Kinesiólogos de Rafaela. En su consultorio encontraron todo revuelto, y arriba de la caja fuerte hallaron un mensaje que decía: “Estás muerto”.
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Por otra parte, el fiscal Castellano detalló que “de esa manera, y desde el 27 de julio hasta el 1 de agosto, los imputados ejecutaron -en forma grupal e individualmente- distintos actos agresivos e intimidatorios en perjuicio de la víctima, de sus padres y de su hermano”.
Para colaborar con la investigación, el Dr. Vega entregó el teléfono y encontraron Whatsapps que le enviaba la mano derecha de Maximiliano Pullaro y encargado de seguridad del Nodo Rafaela durante la gestión socialista. Uno de los mensajes refería: “Vení esta tarde porque esto no va a quedar así”. Quien enviaba los textos era el detenido Agustín Andereggen.
Mensajes intimidatorios
Además, otros mensajes intimidatorios afirmaban: “Yo no soy los perejiles que te fueron a apretar, yo soy pesado. Yo fui ministro”. Con el mismo sello, reiteró en otra ocasión: “Estuve viendo tu casa. Debe valer 70 mil dólares, así que esa casa va a quedar para nosotros. La vamos a distribuir. Te doy 48 horas para que me traigas 20 mil dólares”.
En tanto, el médico rafaelino contestó: “¿Qué tengo que ver yo si la deuda es de mi hijo?”, a lo que le respondieron: “Es la familia”.
Otra frase contundente de los "apretadores" era: “Tene mucho cuidado, porque detrás nuestro, tenemos gente de la policía y la Justicia”.
La causa está calificada penalmente como amenazas coactivas, abuso de armas y privación ilegítima de la libertad. La investigación se inició a raíz del ataque a balazos que sufrió un domicilio de calle Avanthay al 400, y otro local de calle Lavalle. Ambos relacionados con un hombre que habría contraido una cuantiosa deuda por cuestiones de juego y que recibió el “mensaje” que debía ponerse al día con los pagos.