El joven condenado por el crimen de Chiara Páez, la adolescente santafesina de 14 años asesinada en mayo del 2015 en la localidad de Rufino -cuyo femicidio dio origen al movimiento "Ni Una Menos" en Argentina, recibió una rebaja de la pena. De los 21 años y 6 meses que le había dado el fuero de menores, los jueces Guillermo Llaudet, Georgina Depetris y Javier Beltramone establecieron que Manuel Ignacio Mansilla Gallegos solo cumpla la pena de 15 años.
Verónica Camargo, madre de la víctima, dijo que analiza realizar una presentación en la Corte Suprema de la Nación o en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y que la decisión le provocó "mucha angustia" y "desilusión" de la Justicia.
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El fallo de la Corte santafesina de febrero del año pasado hizo hincapié en la condición de menor de Mansilla al momento del hecho y consideró que debe aplicarse la ley penal juvenil, que prevé que para los casos de reclusión perpetua - como le habría cabido a Mansilla si hubiese sido mayor-, debe reducirse la sanción si se trata de un menor.
Camargo dijo que "hay antecedentes de otros fallos para poder dar una mayor sentencia ¿por qué si antes se pudo, ahora no? Para el sistema judicial, la vida de Chiara y su bebé, sólo valen 15 años de prisión para Manuel Mansilla, quién los asesinó brutalmente".
La mujer tildó a los jueces de "inútiles, traicioneros, cómplices, salvajes, corrompidos por el Mal", tras haberle reducido "la pena al asesino a sangre fría de dos inocentes e indefensos".
"Es una mezcla de sensaciones, agradezco a tanta gente que suma el apoyo desde pequeños espacios como seguir firmando en la plataforma Change.org o que cada uno desde su lugar reclame o repudie este fallo. Necesitamos un cambio desde lo judicial y lo legislativo para que no queden baches que beneficien a los asesinos, ahora necesito procesar esto para volver a salir tranquila con los mensajes de paz, más allá del reclamo de justicia", resaltó.