Actriz, directora, productora, filántropa, activista humanitaria y madre, Angelina Jolie tiene una vida más cinematográfica que cualquiera de los personajes que interpretó en sus películas.
Criada en el mundo del cine, hija de Jon Voight, actor clave de los '70 con filmes como Perdidos en la noche, Regreso sin gloria y El campeón y de la actriz Marcheline Bertrand, Angelina Jolie nació en Los Ángeles el 4 de junio de 1975 y está festejando sus 45 años.
Esa influencia familiar la llevó a debutar con apenas siete años en el cine, junto a su papá en Lookin' to Get Out. Antes de dedicarse por completo a la actuación, fue modelo y más tarde estudió en el Instituto de Lee Strasberg, pero sin demasiado entusiasmo. Por entonces, estaba más interesada en organizar funerales y embalsamamientos.
Alguna vez contó que, luego del funeral de su abuelo, se le ocurrió esa idea. "Si todo esto de la actuación no funcionaba, ese iba a ser mi camino. Parece algo muy extraño, excéntrico, oscuro, pero de hecho perdí a mi abuelo y estaba muy molesta con su funeral".
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Angelina tiene un costado dark que, lejos de ocultarlo, le gusta fomentarlo. "Pienso en la muerte tal vez con más frecuencia que otras personas pero, probablemente sea porque amo la vida mucho más que el resto", asegura.
La adolescencia no fue una etapa fácil para la actriz que padeció bullying, trastornos de ansiedad y depresión, además de sufrir especialmente por la mala relación entre su padre y su madre. Fanática de los cuchillos, Angelina se provocaba pequeñas heridas en su cuerpo. “Por algún motivo, el dolor con los cortes me hacía sentir viva, una especie de liberación, de alguna forma era terapéutico".
La mala relación con su padre también se hizo pública: durante muchos años Angelina y Jon Voight no se hablaron, porque la actriz consideraba que él era responsable del sufrimiento de su madre, que murió de cáncer en 2007, y a quien ella estaba muy ligada
"Cuando era chica, mi madre se mataba trabajando para darnos un hogar a mi hermano y a mí, mientras mi padre ganaba el Oscar y vivía con otra mujer. Por lo tanto, ese no fue un momento muy memorable de mi vida", explicó. Recién con la muerte de Marcheline, Angelina recompuso en parte el vínculo con su papá.
A la fama y el glamour, en Angelina Jolie se le suma la excentricidad. Y a todo eso, varias situaciones de salud complicadas. En 2013, la actriz decidió someterse a una doble mastectomía, para que le extirparan los ovarios y las trompas de Falopio. Ella misma explicó en una carta pública que fue una medida preventiva por los antecedentes familiares, ya que al ser portadora del gen BRCA1, aumentaba drásticamente el riesgo de desarrollar cáncer de mamas y de ovarios.
Por su extrema delgadez, muchas veces se la señaló como anoréxica, siempre desmentido por ella. "No me importa lo que piensan de mí. Crecí de manera expuesta, pero eso me hizo aprender mucho sobre mí misma.Y aunque puede sonar a cliché, cuando te sentís bella y fuerte en tu interior, eso se refleja en el exterior".
Con información de Clarín