La confirmación del contagio de coronavirus en el sudoeste santafesino derivó en una movida insólita para echar al médico del pueblo. Después de días de hostigamiento, el profesional de Cañada del Ucle contó que hasta el presidente comunal firmó un petitorio para que se fuera.
La situación de Marcelo Palou llegó a un punto crítico este fin de semana después de dar positivo por COVID-19 en la localidad ubicada a unos 120 kilómetros de Rosario. Confinado en su hogar, recibía mensajes que le “deseaban la muerte” a través de su cuenta de Facebook.
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Unas 1.500 personas viven en el pueblo vecino a Firmat, donde presumen que el protagonista se contagió mientras realizaba su trabajo. El jueves se confirmó que estaba infectado y un grupo de vecinos fue a pedir que lo separaran del Samco, pero la historia no terminó allí.
En el petitorio, que reunió unas 300 firmas, alegaron que el reclamo no tenía que ver con su enfermedad sino con un supuesto mal desempeño. Entre quienes la suscribieron se encuentra Orlando Pruzzo, titular de la Comuna.
“Dicen que no es por el COVID-19 pero lo hacen justo ahora, cuando ya no puedo salir”, se quejó el médico después de denunciar que lo persiguieron para sacarle fotos y fueron a golpearle la puerta de madrugada a su domicilio. El profesional de la Salud aseguró que tiene el apoyo de todos sus colegas en la zona y no hay motivos para que lo echen, pero igualmente tiene decidido irse del lugar una vez que se recupere.