Este martes, en el Centro de Justicia Penal de Rosario, una mujer y dos jóvenes fueron condenados a 2 años y 6 meses de prisión de ejecución condicional como encubridores del asesinato de Maximiliano Jerez, el baleado en el barrio Los Pumitas en una disputa narco, por guardar en su casa el vehículo utilizado en el crimen
Las condenas surgen tras un juicio abreviado al que arribó la fiscal Gisela Paolicelli y las defensas de los imputados, y además fueron homologadas por el juez Pablo Pinto.
Según fuentes judiciales, los condenados, identificados como Esteban Marengo (31), Gustavo Borda (22) y Alejandra Rodríguez (52), recibieron 2 años y 6 meses de prisión de ejecución condicional, es decir de cumplimiento en libertad. En tanto el juez estableció reglas de conducta por el mismo plazo.
Los tres fueron condenados por encubrimiento agravado por delito precedente grave -el asesinato del niño y la tentativa de homicidio de tres primos suyos- en calidad de coautores, precisaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Según la investigación, Alejandra Rodríguez recibió la orden de su pareja, el taxista Gustavo Marcelo Borda que cumple condena en prisión como partícipe de otro homicidio, para que guarde el automóvil Honda Civil empleado en el asesinato del niño de 11 años.
El vehículo fue secuestrado un día después del crimen en una vivienda ubicada en Campodónico al 3200, donde la mujer residía con Gustavo Borda, hijo del taxista, y Marengo, por lo que ambos también fueron imputados.
El niño de 11 años Maximiliano Jerez fue asesinado alrededor de la 1.30 del 5 de marzo pasado mientras jugaba con sus primos en la calle, a metros de su casa en el barrio Los Pumitas, de Rosario.
Como presuntos autores del crimen fueron imputados Nicolás Torres y los hermanos Maximiliano Oscar y Nicolás Ariel Castillo, quienes para el fiscal Adrián Spelta iban en el vehículo desde el que se realizaron los disparos.
También fue imputado el taxista Gustavo Marcelo Borda por el delito de encubrimiento, atento a que habría sido quien desde la prisión le dio la orden a su pareja de que guardara el automóvil usado en el asesinato.
Según la pesquisa, Borda habría realizado esa acción a pedido de otro preso con el que comparte pabellón en la cárcel, Alex “Arañita” Ibáñez, un presunto narco que disputaba el territorio con los Villazón para la venta de estupefacientes.
Además de las penas en libertad, la sentencia estableció reglas de conducta para los tres condenados, que consisten en fijar domicilio, abstenerse de tener contacto por cualquier medio con los familiares de la víctima y no consumir estupefacientes o bebidas alcohólicas en forma abusiva, precisa el fallo.
