A pocos kilómetros de la capital santafesina, los cuatreros trabajan a sus anchas y aumentan la frecuencia. Los ganaderos por su parte, están en estado de alerta.

Los productores sufren la faena de hasta tres animales por día. Lo mismo sufren todos los dueños de estancia ubicados entre: Franck y Empalme San Carlos. Los tres distritos con el destino de los delincuentes. Se especula que llegan desde Santa Fe y Santo Tomé. Roban la carne y la ingresan al circuito ilegal.  

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El denunciante, quien pidió reserva con su nombre, indicó que estos episodios se dan todas las semanas desde hace años. Expresó también, con mucha indignación, que nunca se encuentran responsables. Es por ello que los ganaderos recorren y patrullan sus terrenos fuertemente armados. “Esto puede terminar mal”, advirtió uno de ellos. Esto es debido al posible encuentro con malvivientes también armados, o que exista algún herido por una confusión.

En el distrito hay solamente un efectivo policial. Una sola persona es responsable de la seguridad de 40 mil hectáreas. "Llegó en cinco minutos pero tuvo que cerrar la comisaría para venir”, comentó el propietario. Mientras tanto, aún no se habían hecho presentes efectivos de la Guardia Rural Los Pumas, fuerza específica para combatir este tipo de delitos.

Las inmediaciones de la finca del denunciante.

Uno de los afectados, explicó el modo de operar de los cuatreros. Llegan en moto a la madrugada y rompen alambrados y boyeros. Después arrean el ganado hasta la manga y allí los faenan. Por otro lado, expresó impotencia ya que sólo se llevan los cuartos traseros. Esto es apenas un 10 o un 15 por ciento del animal mientras el resto se pudre. “Es una pérdida enorme; con lo que se llevaron de las tres vaquillonas que carnearon no hacen una; es imperdonable que, además del perjuicio que me generan, se desperdicie toda esa comida”, lamentó.

Además de la carne, se llevaron: un boyero solar, rompieron la manga, cortaron alambrados y dejaron muchos animales golpeados y asustados.