Detectar la disfagia o dificultad para tragar dentro de las 24 horas de ocurrido un ataque cerebrovascular (ACV) es "fundamental" para evitar "problemas serios como infecciones por aspiración o malnutrición" en el paciente y que pueda "retomar la ingesta oral", afirman los especialistas.

Según datos presentados en el 4° Congreso Argentino y 1° Congreso Latinoamericano e Interdisciplinario de Disfagia, que se realizó recientemente en Buenos Aires, los problemas para tragar afectan al 50% de los pacientes tras un un ACV. Si bien la mayoría recupera la función de la deglución a la semana, entre un 11 y un 13% sigue presentando disfagia a los seis meses, lo que "puede poner al paciente en riesgo nutricional si no se lo aborda como corresponde".

"En las primeras horas 24 horas de ocurrido el ACV, es fundamental detectar si hay algún tipo de problema al tragar. Se recomienda primero realizar una detección clínica y si da positivo, se usen otras técnicas de evaluación como la videodeglución", sostuvo Valeria Ton, doctora en Fonoaudiología y presidenta de la Asociación Argentina de Disfagia (AAD).

Asimismo, hay estudios que indican que sólo el 45% de los pacientes con disfagia se siente cómodo con la alimentación y cuatro de cada diez (41%) experimentan ansiedad o pánico al comer, precisaron los expertos durante el congreso.

"La disfagia luego de un ACV se produce porque el paciente presenta dificultades en el mecanismo deglutorio, con riesgo de que un alimento, sólido o líquido, en lugar de ingresar por la vía digestiva lo haga hacia la vía aérea", detalló la fonoaudióloga Nilda Santamarina, jefa del Servicio de Fonoaudiología del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP). La especialista señaló que la complicación más temida es la neumonía por aspiración.

"Una deglución es segura si el paciente no corre riesgo de infecciones respiratorias, y es eficaz si no presenta compromiso de desnutrición. La dificultad al tragar tras un ACV puede perdurar en el tiempo, y muchas veces se debe modificar la consistencia de líquidos y alimentos hasta encontrar la más adecuada", retomó Ton. Y completó: "No es la misma calidad de vida la del paciente que tiene que alimentarse mediante elementos externos que la del que no los necesita. La prioridad es que se reinserte a la vida social, y comer en familia es parte de eso".

Los consejos

Las especialistas dieron una seria de recomendaciones a seguir durante la ingesta del paciente, como "mantenerlo sentado con la espalda en contacto con el respaldo de la silla y los pies apoyados en el suelo, con el tronco lo más cercano posible a los 90 grados".

Asimismo, se aconseja elevar la cabeza a 60 grados si la persona está en cama, asegurar la fijación de la prótesis dental antes de la ingesta y chequear que la boca esté vacía antes del próximo bocado.