Había una vez una película que no superó las expectativas que tenía al entrar a la sala de cine.

La publicidad previa que se le dio a la película como si fuera “lo mejor” de Tarantino como director, a mi parecer fue bastante exagerada.

La película cuenta la historia de un actor de cine que en teoría pasa de moda (DiCaprio) y su doble de acción que es arrastrado por la mala racha de su compañero (Pitt).

“Había una vez en Hollywood” es un largometraje que tiene como duración 2 horas 45 minutos y que no cuenta con una estructura que la sostenga, lo que la vuelve inevitablemente, en una película densa. Con esto no digo que sea mala, para nada; pero por más larga que sea, uno nunca llega a empatizar con los personajes ni con sus motivaciones. En cuanto a los personajes hay varias cosas para decir, lo primero es que el personaje de Margot Robbie (Sharon Tate) podría directamente no haber estado que la historia en si no se hubiera alterado en lo más mínimo. El personaje principal de la película, Rick Dalton protagonizado por Leonardo DiCaprio no alcanza a resolver nunca su problema de pasar de moda como actor, pero eso no es todo, porque Cliff Booth el personaje de Brad Pitt lo opaca por más que tenga menos participación durante la proyección e incluso no siendo el personaje principal.

El guionista y director Quentin Tarantino es conocido por incluir escenas sangrientas dentro de sus películas, y era extraño que en este caso no apareciera algo así durante la larga proyección, hasta que llegó el final. Más allá de la sangre y de lo feroz de la pelea encabezada Brad Pitt (que hace del film la escena más interesante) la pelea puede llegar a hacer sentir incomodas a muchas personas, sobre todo a las mujeres (no aclaro nada más para no hace spoiler).

¿Recomiendo ir a verla? No y sí. No, porque no es una de las películas que hoy está en cartelera que los hagan salir de la sala habiéndola disfrutado como, por ejemplo, La odisea de los giles. Pero es la novena de Tarantino, la penúltima de su carrera porque hace años dijo que solo haría diez, ese puede ser un motivo para acercarse al cine.