Tres jóvenes, cuyas iniciales son L.R.N, R.B y J.V, quedaron en prisión preventiva en el marco de una investigación a una asociación ilícita que vendía motos a través de las redes sociales, luego de adulterarles la numeración y falsificarles la documentación.
Así lo dispuso la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Rosana Carrara, a raíz de un pedido formulado por la fiscal Rosana Marcolín en una audiencia llevada a cabo ayer. En este sentido, la fiscal le atribuyó a los tres imputados la autoría del delito de asociación ilícita (en calidad de integrantes)
Además, a L.R.N le imputó la autoría de hurto; estelionato (dos hechos); falsificación de objeto con numeración registrable (dos hechos); y falsificación de instrumento público (tres hechos). Asimismo, le atribuyó la coautoría de estelionato (seis hechos) y de tentativa de estelionato (dos hechos); falsificación de objeto con numeración registrable (ocho hechos); falsificación de instrumento público (10 hechos); amenazas simples; robo calificado; adulteración de objeto con numeración registrable.
Por su parte, a J.V la fiscal le endilgó la coautoría de los delitos de estelionato (dos hechos) y tentativa de estelionato; falsificación de objeto con numeración registrable (tres hechos); falsificación de instrumento público (tres hechos) y amenazas simples.
En tanto, a R.B le imputó la coautoría de estelionato (tres hechos); falsificación de objeto con numeración registrable (tres hechos) y adulteración de objeto con numeración registrable; falsificación de instrumento público (cuatro hechos); y robo calificado.
Acumulación
"Los tres jóvenes que quedaron en prisión preventiva integraban una banda delictiva que vendía motocicletas a personas a las que las estafaban haciéndoles creer que la transacción era legal", explicó la fiscal Marcolín. "Para ello, falsificaban documentos –tanto instrumentos públicos como privados– y adulteraban la numeración registrable de las motos", agregó.
La fiscal del MPA sostuvo que "los hechos que investigamos fueron cometidos desde los primeros meses de 2019 y hasta el 20 de febrero de este año". En cuanto a la modalidad, detalló que "fue similar en casi todos los casos: adulteraban, suprimían o remarcaban –con cuños no originales de fábrica– los guarismos del cuadro y del motor de las motocicletas, falsificaban la documentación y, finalmente, publicaban la venta de la moto en perfiles falsos de Facebook".